dos dos días de regresar a División de Honor, en el Gernika Rugby Taldea hay ilusión, ganas y nervios. Muchos nervios. En el conjunto foral se ha instaurado esa inquietud que otorga lo desconocido, ese desasosiego que solo sienten los recién ascendidos. Sin embargo, el equipo basurde sabe que esas sensaciones desaparecerán en cuanto el oval eche a volar, por lo que está deseando que llegue ya el domingo (12.00 horas). Será entonces cuando el Gernika debute en la máxima categoría del rugby estatal. Lo hará en el feudo de la Santboiana, uno de los históricos de la primera división, y con la idea de tutear a cualquiera. “A este inicio de liga llegamos bien, hemos jugado tres partidos de pretemporada, hemos probado cosas nuevas y también la nueva normativa que empieza a aplicarse este fin de semana. Estamos con la incertidumbre de saber dónde nos va a colocar esta liga, pero vamos con el objetivo de cogerle el pulso lo antes posible a la categoría para poder hacer una buena campaña”, explica Eduardo Maidagan, entrenador del conjunto foral.

El técnico del Gernika sabe que no es momento de titubear. Ni de vacilar. Por eso, aunque la permanencia es el propósito más inmediato de los verdinegros, no quiere ponerse límites: “Tenemos que ir a por todas porque un equipo que solo sale a mantenerse es un equipo que finalmente acaba en la cuneta. Nuestro objetivo es mirar hacia arriba desde el primer día, pero sabiendo que todavía tenemos que entrenar mucho y engranar el grupo. Y eso lleva tiempo”. De hecho, aunque Maidagan se muestra contento “con la plantilla que tengo”, por haber mantenido el bloque y “la gente de casa” que la pasada temporada lograron el ascenso, todavía espera la llegada de algún fichaje para “dar el salto de calidad que queremos. Esperemos que los nuevos nos den ese punto de inflexión, ese plus para mantenernos y estar todo lo posible en División de Honor”. Y es que el entrenador del Gernika es consciente de que el rugby estatal está creciendo. Que cada vez hay más nivel y, por tanto, cada vez está más caro estar entre los elegidos. Por eso, avisa: “Tenemos 16 finales por delante y como no sabemos cuánto vamos a tardar en acoplarnos a la categoría, los tiempos son los que mandan. Un equipo como el nuestro no tiene el lujo de perder nada, pero eso no significa que no podamos recuperar un partido malo con uno bueno. Estoy nervioso y con ganas, con la ilusión de hacer un buen papel”.

Maidagan sabe que el sorteo del calendario no les ha deparado un inicio sencillo. En la primera jornada se medirán en tierras catalanas a la Santboiana, club que este curso celebra su centenario; en la segunda viajarán hasta la Universidad de Burgos para enfrentarse al finalista de Copa del curso pasado y, en la tercera, abrirán Urbieta para recibir al VRAC Quesos Entrepinares, el flamante campeón de Liga y de nuevo candidato a todo. Sin embargo, a pesar de que el técnico del Gernika asume que “nos ha tocado un comienzo muy duro”, prefiere restarle importancia: “Al final tenemos que jugar contra todos y vamos a ver si les plantamos cara. Vamos a ver si nos salen las cosas que hemos entrenado y vamos a ver si podemos intentar rascar lo máximo posible”.

un fortín

Con todo, aunque quiera quitar relevancia al complicado calendario, hay algo que sí que le molesta a Maidagan: no jugar en su casa, Urbieta, hasta la tercera jornada. “Igual hubiera preferido jugar en Gernika de arrancada porque nuestro campo a los contrarios les pesa mucho”, reconoce. Y es que el entrenador del Gernika admite que la permanencia pasa por hacer del feudo foral un fortín y de la afición basurde, con la que no pudieron celebrar el ascenso, su principal muleta.

“Tenemos muchas ganas de reencontrarnos con ellos y qué mejor que hacer contra el campeón de liga del año pasado, el VRAC. Intentar ganarles con el apoyo de los nuestros es lo soñado por todo entrenador, así que mi objetivo es ganar y hacer de Gernika un fortín de donde se escapen el mayor número de puntos posibles. Gernika es nuestro campo, nuestra gente, nuestro juego. Nuestro estandarte. Y eso tenemos que llevarlo hasta morir. Tenemos que morir en Urbieta”, concluye Maidagan.

“Vamos a por todas porque un equipo que sale a mantenerse es un equipo que acaba en la cuneta”, destaca el técnico del Gernika

El conjunto foral se estrena el domingo en el campo de

la Santboiana, uno de los históricos de la máxima competición del rugby estatal