A Bandera de La Concha es mucho más que la pelea por vencer en la regata más prestigiosa. Es una cita llena de historias y con protagonistas en todos los frentes. Vivir la competición de los dos primeros domingos de septiembre ya es un premio para más de un club y entre ellos se encuentra Deusto. La embarcación bilbaina regresó tras estar ausente desde 2017. Varios años en los que las tomateras vivieron varias situaciones que les hicieron quedarse fuera. Después de vivir esos sinsabores regresar era uno de los deseos del club y también de Soraya Martínez. La bilbaina ha sido testigo de primera mano de la evolución de la Tomatera Formó parte de la tripulación pionera en salir al agua con la trainera y vio crecer a este grupo hasta consolidarse como uno de los fijos de la parte alta de la ETE y llegar a su tercera Bandera de La Concha. Ahora, con la clasificación asegurada quiere disfrutar al máximo de la competición y ayudar a Deusto a dejar la mejor imagen posible en la bahía donostiarra.

Estar en la Bandera de La Concha ya es todo un premio para Deusto. Su trabajo está realizado con creces y en la tripulación son conscientes de que la lucha por la bandera no es su batalla. "Orio marcó un tiempo de récord y en la segunda tanda lo marcó Arraun. Iban muy por encima y nosotras solo íbamos a disfrutar. Al final la mentalidad con la que vamos en unas traineras y en otras es muy diferente. Los objetivos de la temporada son otros. El nuestro es el play-off y aquí vamos a intentar hacer nuestro mejor papel", apunta Martínez. Eso no impide que la Tomatera En la primera jornada acabó en séptimo lugar y en el siguiente domingo pelearán por escalar algún puesto. "Afrontamos la segunda jornada con ilusión. Diez segundos son bastante, pero si hay mala mar igual alguna ola te puede quitar varios segundos. Intentaremos hacer un sexto o un quinto puesto", añade la vizcaina.

El regreso a la cita donostiarra fue un gran momento para las bilbainas. Estar en la Bandera de La Concha siempre es especial, pero ese sentimiento se multiplica después de quedarse cerca en varias ocasiones como le ocurrió a Deusto. "El año pasado estuvimos confinadas y en otros nos quedamos a muy poco de entrar. Tampoco fueron nuestras mejores temporadas. Fue un cúmulo de cosas", recuerda Martínez. Y es que remar en la bahía donostiarra es algo único para todos los remeros, una sensación añorada por las bilbainas que este curso vuelven a degustar: "Ser remero y remar en La Concha es mucha ilusión. Supone mucho sacrificio y es un premio. No hay palabras para describir lo que se siente".

el sacrificio de todas

Esta participación es un premio más para Deusto dentro de un año de ensueño. Cada objetivo marcado desde que comenzaron los duros entrenamientos invernales está siendo cumplido y las bilbainas no paran de confirmar el paso adelante dado esta temporada. "Se debe al sacrificio de todas las remeras. A todos los duros entrenamientos. Pesas, agua... esos entrenamientos se han visto reflejados en verano con buenos resultados. Todo el trabajo hecho en invierno ahora se está viendo compensado", apunta Martínez. Esta es la mejor temporada de las tomateras. Además de participar en la Bandera de La Concha y ganar banderas en la ETE, han logrado la clasificación para el play-off de la Liga Euskotren.

Deusto vive un gran momento. Cada vez son más las remeras que aparecen por el club y la trainera está plenamente consolidada. Algo muy diferente a lo que sucedía hace no tanto tiempo. Martínez ha visto crecer al club desde su antigua sede hasta la actual, viendo como cada vez la trainera femenina iba teniendo más presencia. "Veía que había pocas chicas y todo lo que hemos ido trabajando se ha visto compensado. En 2017 sacamos la primera trainera y fue una temporada espectacular porque nunca había visto tantas chicas en Deusto. Han sido años difíciles y ahora estamos viviendo los alegres", reconoce la remera bilbaina.

Por ello, remar en la Bandera de La Concha tiene un añadido más para Martínez. Competir en la cita donostiarra ya es todo un motivo de satisfacción, pero la bilbaina lo hace con el club de su vida, aquel donde conoció el remo de primera mano y al que vio crecer hasta ser una referencia del remo femenino en Bizkaia. "Para mí Deusto es como mi casa, es mi familia. Paso más tiempo en Deusto que en mi propia casa y al final haces unas amistades que vas a llevar para toda la vida. Tus entrenadores ye han visto crecer, estás creciendo profesionalmente con el resto de las remeras... es como una pequeña familia", afirma. Una familia con la que ahora vive el siempre especial momento de remar en La Concha y sueña con mantener esta evolución para seguir creciendo sin parar.

"Remar en La Concha supone mucho sacrificio y es un premio. No hay palabras para describir lo que se siente"

"Para mí Deusto es como mi casa, es mi familia. Paso más tiempo en Deusto que en mi casa"

Remera de Deusto