Santurtzi afronta hoy y mañana en Galicia un fin de semana que puede ser clave para la resolución de la Eusko Label Liga. El técnico de la Sotera no duda de que sus pupilos enseñarán los dientes en aguas de Ares y Moaña.¿Cómo está Santurtzi después de que Hondarribia les haya recortado cuatro puntos en dos regatas?

—No es la primera minicrisis que sufrimos durante esta temporada. A la mitad ya tuvimos un pequeño bajón y es muy difícil mantener esa constancia. Estamos metidos en la vorágine de ganar la liga y es imposible estar a tope desde el principio hasta el final. Es normal que haya altibajos.

¿Cuál es la clave para superar estas minicrisis?

—Hay que mantenerse serenos e intentar hacer lo que hemos venido haciendo hasta ahora. Aquí la clave es esa. No hay que dudar de ti mismo ni mover cosas que no hay que mover. Yo mismo he metido la pata en casos así y la experiencia me dice que hay que mantener la serenidad. Si se repite otro fin de semana así habría que tomar decisiones pero de momento no vamos a encender la luz de alarma.

Ganar en Galicia daría mucha tranquilidad.

—Por supuesto, a nadie le amarga un dulce. Está claro que lo que más nos conviene a nosotros y lo que menos al rival, es que ganemos. Iremos a por ello y estamos capacitados para hacerlo. Siempre hemos dicho que en Santurtzi hay que ganar todo lo que se pueda. Sé que puede sonar chulo o prepotente, pero nada más lejos de la realidad. Esto es deporte, todos queremos ganar pero pocos dicen que van a ir a ganar. Nunca nos hemos escondido, somos valientes y vamos a ir a por ello.

¿Vivir esta situación en este punto de la temporada es más perjudicial?

—O no. Toda acción tiene su reacción. Cuando las cosas se tuercen puede que se tuerzan del todo o que haya una reacción y sirva de impulso. En la anterior minicrisis ocurrió eso. No tocamos nada, seguimos trabajando igual y supimos remontar. Ahora lo que hay que hacer es lo mismo. Aguantar el chaparrón. La presión es externa, de puertas hacia dentro la gente está serena.

La falta de experiencia en la tripulación no debería ser una excusa.

—Pero puede ocurrir. Aunque tengas esa experiencia en la vida y el deporte, se ha visto que pese a tener un nombre y un apellido y anteriormente hayas hecho un montón de cosas, no te garantiza nada. Sí que este equipo está curtido en salir de esos baches, ya lo ha demostrado y ahora puede que lo vuelva a demostrar o no. Al final cada uno reacciona de una manera y un año estás de una forma y otro de otra. Hay que ser cautos, serenos y seguir trabajando, que los demás no van a ganar todo. Hemos tenido este pequeño bache y estoy convencido de que lo vamos a reconducir.

Para ello deberán batir a Hondarribia. ¿Cómo ve a sus rivales más directos en este final de temporada?

—Les veo muy bien, pero no es una sorpresa. Cuando ves una tendencia en los últimos cinco años, que llega mediados de agosto y suben un escalón, solamente hay que felicitar a las personas encargadas de que hayan acertado. Parece que tienen un botón de encendido que a partir de cierta fecha pegan un salto y me gustaría saber esa tecla cuál es. Es un arma que tienen y les va a las mil maravillas. Reman fenomenal, son viejos conocidos, pero también tienen en su foro interno que se enfrentan a un rival duro. El año pasado no les dejamos ganar la liga y seguimos manteniéndonos líderes y vamos a vender muy cara nuestra piel.

¿Qué espera encontrarse este fin de semana en Ares y Moaña?

—No sé por qué Galicia siempre se nos ha dado muy bien. Siempre hemos venido con algún botín de allí. Lo que me espero son dos campos muy duros. Mucha gente tiene miedo a los campos gallegos, pero a mí personalmente me dan más miedo algunos de Euskadi. El viento sí que puede hacer una trastada entre tandas, pero son fiables. Lo que me espero es a Hondarribia queriendo atacar y un Santurtzi que está obligado a atacar porque como salgamos a defender nos van a dar por todos los lados. Luego, ahí estará el resto ojo avizor. Orio está demostrando que está en la punta de los posibles ganadores, Bermeo seguirá buscando esa ansiada bandera, Donostiarra está tocando la puerta, Zierbena más de lo mismo... se espera un fin de semana apasionante.

¿La mente está puesta en ganar la bandera o en superar a Hondarribia?

—Lo que mejor nos vendría para ahuyentar los fantasmas del exterior es ganar las dos banderas y llegar a la Concha pletóricos. Estamos en una liga en la que se premia la regularidad y cuando más alto estemos mejor. El plan A sería ganar la bandera y el B entrar por delante de Hondarribia. Tanto uno como el otro van a ser súper difíciles de hacer, pero vamos con esa idea.

¿Es fácil gestionar dos regatas tan importantes con la Bandera de La Concha a la vuelta de la esquina?

—Es muy fácil de gestionar silo enfocas bien. Esta semana lo que tenemos que hacer es entrenar bien y no hay que hacer nada que no hayamos hecho antes porque los chavales están pletóricos. Ahora lo que hay que hacer es mantenerlos frescos psicológica y físicamente. Tenemos una regata en Ares y otra en Moaña. Para la Concha ya tenemos tiempo hasta el jueves para pensar en ella. El que lo tiene que gestionar es el entrenador. Es el único responsable que tienen que estar pensando en los dos sitios a la vez. El remero tiene que pensar entrenamiento a entrenamiento y regata a regata, el resto ya llegará.

¿Cómo valora la temporada realizada hasta la fecha?

—Una temporada casi de diez. Empezando desde los descensos, siguiendo con los botes cortos que ganamos todos los campeonatos y ahora vamos primeros en liga, habiendo ganado el Campeonato de Bizkaia. ¿Qué más hay que pedir a Santurtzi? Parece que tiene que ganar por más segundos al segundo. Hay una aureola montada en el exterior queriendo cargar de presión a Santurtzi, pero los que estamos de puertas hacia dentro sabemos que nadie nos ha regalado nada.

Pero lo que ocurra en estas semanas puede hacer cambiar esa percepción desde el exterior.

—Sí, pero es así en el mundo del deporte. Al que gana lo levantamos al infinito y al que no lo intentamos destruir. Pero el que es deportista y ha vivido una temporada completa de remo sabe darle valor. Estamos hablando de ganar o no, pero también hay que reconocer a los chavales que pelean por el play-off que entrenan igual o más que nosotros. Tanto al primero como al último hay que respetarlo y no andar cargando la mochila porque cuando se reciben criticas es duro. Entiendo que estamos expuestos a todo, pero la gente a veces es muy injusta.

¿Está satisfecho de su tripulación ocurra lo que ocurra?

—Completamente, ahora mismo nadie sabe cuál es el final, pero solo puedo dar un diez sobre diez. En todo este periplo que llevo en Santurtzi de cinco años, en el futuro no sé qué pasará, solo tengo palabras de agradecimiento a los deportistas que he tenido a mi cargo y obviamente a los que han estado gestionando el club. Me quito el sombrero ante tanto trabajo bien hecho.

Se venderán 1.210 entradas. La Bandera de La Concha recuperará este año la presencia del público, aunque con una limitación del 20% del aforo debido a las restricciones que rigen en Euskadi para atajar la propagación del covid-19. Después de que en 2020 no se permitiera a los aficionados acercarse a los aledaños de la bahía donostiarra para presenciar la competición, este año sí que se habilitarán espacios para el público los domingos 5 y 12 de septiembre, pero se pondrán a la venta únicamente 1.210 entradas. Serán 44 las traineras que participarán en las clasificatorias masculina y femenina, que tendrán lugar el miércoles y jueves de la próxima semana.

“Ahora mismo nadie sabe cuál es el final de la temporada, pero solo puedo dar un diez a los remeros”

“Hay que mantenerse serenos e intentar hacer lo que hemos venido haciendo hasta ahora”

“Estamos metidos en la vorágine de ganar la liga y es imposible estar a tope desde el principio hasta el final”