Jon Rahm no desiste en su empeño de estrenar su palmarés esta temporada en el PGA Tour y hoy jueves vuelve a partir como uno de los principales favoritos en el Wells Fargo Championship, de vuelta al calendario tras la pandemia, que se disputa en Quail Hollow, en Carolina del Norte, uno de los campos emblemáticos del circuito ya que es un par 71 largo y exigente, uno de los más duros. En este torneo el de Barrika ya fue cuarto en 2017, pero entonces se disputó en Eagle Point Golf Club. Aquel año el recorrido de Charlotte donde se juega esta semana acogió el PGA Championship, donde se impuso Justin Thomas, uno de los grandes rivales esta semana de Rahm, que pelea el número 2 del mundo al actual líder de la FedEx Cup.

El vizcaino llega a esta cita como el jugador con más Top 10 hasta ahora en la temporada americana. Ha logrado nueve en trece torneos, los últimos cuatro seguidos. Para rematar las faenas, Jon Rahm necesita mejorar sus registros con el putt ya que figura por debajo de los cien primeros en el PGA Tour. En cambio, en el juego de tee a green está entre los mejores, lo que supone un buen presagio en un recorrido largo y que exige precisión para poner la bola cerca de las banderas.

Esta edición del Wells Fargo tendrá la mejor participación de los últimos diez años ya que también toman parte Xander Schauffele, Bryson DeChambeau, Patrick Reed y Webb Simpson, otros miembros de los diez primeros de mundo. El último de ellos jugará los dos primeros días con Rahm en un partido que completará Max Homa, el último ganador del torneo en 2019. En la lustrosa nómina de participantes también están Rory McIlroy, Tony Finau, Patrick Cantlay o Viktor Hovland.

Al margen de lo deportivo, Quail Hollow va a acoger una reunión de la PGA con los jugadores porque la Premier Golf League, el plan megamillonario con dinero saudí, vuelve a sobrevolar sobre el golf mundial. El circuito estadounidense y el europeo quieren cortar de raíz la competencia.