OS positivos por covid-19 forzaron al Deusto a aplazar su visita del pasado fin de semana al Gernika, líder del subgrupo A de Tercera y único conjunto de la categoría que podía presumir en ese momento de estar firmado un arranque liguero mejor que el de la escuadra de Etxezuri, una de las principales revelaciones del curso. La pasada campaña se encontraba en descenso cuando la pandemia detuvo el fútbol. Esta temporada, dada su presencia en un grupo calificado por la mayoría como el más difícil, a lo que se unió el tropiezo de la jornada inaugural en casa ante el Santutxu, se le señaló como candidato a sufrir. Por ahora, nada más lejos de la realidad. En siete encuentros suma 15 puntos y ocupa la tercera plaza. Hoy a las 18.15 horas vuelven a calzarse las botas para recibir al segundo, una Real C que le saca un punto, pero que ha jugado un duelo más.

"Estamos compitiendo en todos los partidos y hemos hecho méritos para tener los puntos que tenemos. Esta temporada, en la que va todo tan rápido, sumar lo antes posible es importante", apunta Aritza Escandón (Bilbao, 1977), que afronta su primera campaña como primer entrenador del Deusto tras actuar como segundo de Gorka Bidaurrazaga el curso anterior. "El vestuario está animado y con confianza. Todo el equipo está a una, algo que pocas veces he visto en todos los años que llevo jugando", subraya Egoitz Tejada (Bilbao, 1989), capitán de una plantilla con una docena de caras nuevas respecto a la pasada campaña. "Los entrenamientos son muy intensos y se plasma en el partido. Hay una gran competitividad, pero sana", explica el interior diestro que vive su décima temporada en Etxezuri.

Los tomateros están a solo un triunfo de igualar los seis que firmaron en las 28 jornadas que duró el pasado curso. Inmersos en un subgrupo con varios equipos llamados a luchar por ascender, "nadie contaba con que tuviéramos 15 puntos en siete partidos", reconoce el entrenador, que prefiere mantener los pies en la tierra. "Para el Deusto es un premio jugar en Tercera. Solo hay que ver los equipos que hay, de pueblos grandes y con mucha tradición en la categoría. Llevamos unos años en ella y el objetivo es salvarse", analiza Escandón. "Realmente, como la competición es tan corta e intensa, vivimos cada partido como si fuese el último", añade quien inició su andadura como técnico en el Loiu, club en el que colgó las botas, y también ha dirigido en las categorías inferiores de Barakaldo, Leioa, Arenas y Santutxu.

Tejada señala como clave el fondo de armario del equipo, apuntando como ejemplo la remontada realizada contra el Sestao River hace dos semanas. "Cualquiera puede jugar, como se vio en ese partido. Los cambios nos dieron la vida y fueron decisivos", destaca el capitán, que agradece el apoyo de la afición de Etxezuri, una de las más fervientes de la categoría. "Aunque no pueden entrar, se suelen poner fuera de la valla y se les nota", manifiesta el que fue uno de los artífices del ascenso logrado en 2015, el cual devolvió al Deusto a Tercera tres décadas después.