Valtteri Bottas quiere ser algo más que un escudero. Cuando el viernes ató su continuidad con Mercedes para 2021 dijo que su sueño es ser campeón del mundo y ayer dio un aviso a su compañero, el seis veces campeón mundial Lewis Hamilton, ganándole una pole emocionante en Silverstone. Nadie puede discutir que en este 2020 las clasificaciones son un asunto de familia. En concreto de la familia Mercedes, cuyos dos integrantes se han repartido las cinco poles a razón de tres para Hamilton y dos para Bottas. A estas alturas el año pasado ya se había colado el Ferrari del monegasco Charles Leclerc, pero los del cavallino rampante ven ahora muy lejos las vueltas rápidas.Convertida la pole en un pulso entre flechas plateadas, Bottas marcó el territorio desde la Q1: mejor tiempo en el primer ensayo (1:26.738) con algo menos de una décima de ventaja sobre Hamilton; lo redondeó en la Q2 con un 1:25.785 que ya le metía medio segundo al líder del Mundial; y lo remató en la Q3. La pelea fue apasionante.

El escandinavo sabe que con esto no sirve y su objetivo será repetir el estreno en Spielberg (Austria) para sumar el noveno triunfo de su carrera. “Cuando empiezas desde la pole tienes que tener la mentalidad de ganar la carrera. Tenemos ritmo, el primer trabajo es salir bien como la semana pasada, y después veremos. La mentalidad es ir a ganar”, señaló justo después de adjudicarse el tiempo más rápido de la jornada. Por su parte, Hamilton aceptó la derrota con deportividad. “Valtteri hizo un buen trabajo y se merecía la pole, yo no he hecho una buena vuelta al final”, admitió el de Stevenage, que camina con paso firme hacia su séptimo entorchado mundial, con el que igualaría a un mito, el alemán Michael Schumacher.

El alemán con el que nadie contaba, probablemente ni él mismo a juzgar por sus expresiones nada más bajarse del monoplaza, era Hulkenberg. Por segundo fin de semana seguido al volante del Racing Point debido al segundo positivo en el test del coronavirus de Sergio Pérez, esta vez contaba con una semana de adaptación al Mercedes rosa. Nadie imaginaba que sería tan efectiva.

Pero si en Racing Point tienen curvas, en Ferrari viven un auténtico drama, personificado en Sebastian Vettel. El que fuera cuatro veces campeón mundial volvió a quedarse fuera de la Q3 por segunda vez esta temporada, con el duodécimo mejor puesto, aunque finalmente saldrá undécimo por una sanción a Esteban Ocon, castigado con tres puestos menos por obstaculizar a George Russell en su vuelta rápida de la Q1.