- Omar Fraile cumplió 30 años ayer, en la concentración que el Astana está llevando a cabo desde el viernes pasado en Sierra Nevada. "Me siento más maduro", sostiene el santurtziarra, que desea volver a las carreras y ponerse un dorsal. "Son muchos meses sin correr y a mí me encanta competir", dice Fraile, que acudirá al Tour de Francia para impulsar a Miguel Ángel López lo más alto posible en la general. El corredor vizcaino quiere reencontrarse con el Omar Fraile de 2018, una vez olvidadas las dolencias del pasado curso y tratar de repetir un triunfo en una etapa del Tour. El próximo martes se cumplen dos años de su apoteósica victoria en Mende.

Después del confinamiento y tras varias semanas de entrenamiento, supongo que las ganas de competir serán altísimas.

—Sí, la verdad. Yo tengo unas ganas de competir increíbles. Uno entrena para correr. Me gusta andar en bici, pero es en carrera donde uno mejor está. Llevamos mucho tiempo entrenando y uno ya se quiere ver en competición. Esa sensación es sin igual. Tengo hambre de competición.

Aunque manejan infinidad de datos para saber su estado de forma, es la competición la que da la medida real.

—Eso es. Más o menos, entrenando tienes una referencia de cómo estás, pero hasta que compites no lo sabes del todo. Hay muchos factores que no se recogen en los entrenamientos, que solo se logran en carrera, comparándote con otros. La competición no es solo estar bien físicamente.

¿Cómo está llevando todo este tiempo sin ponerse un dorsal?

—Lo cierto es me lo estoy pasando bien entrenando porque he pasado mucho tiempo en casa. Después de diez años que llevo en profesionales nunca había pasado tanto tiempo en casa. He estado tranquilo, con mi novia, y en ese sentido creo que me ha venido muy bien de cara a lo que pueda venir. Aunque es verdad que ahora se está haciendo un poco largo tanto entrenamiento. Ves que está llegando la fecha de volver y€ no dejamos de ser supercompetitivos; para nosotros no ponernos un dorsal es siempre difícil.

¿Cómo se encuentra físicamente?

—Bien. Con respecto a otros años los datos dicen que estoy muy bien. He sabido muy bien llevar el peso y creo que es algo importante. Las sensaciones en cuanto a trabajo de fondo son muy buenas. Me encuentro muy bien, pero lógicamente me falta el ritmo de competición, pero eso es algo que nos va a pasar a todos sin excepción. Todavía hay que estar tranquilos. Ahora estamos trabajando el fondo, entrenando en sesiones de muchas horas con muchísimo desnivel. Esperemos que el entrenamiento en altura nos beneficie y podamos ir rápido en carrera.

Comenzarán a competir tarde, pero la campaña será exprés, sin respiro en tres meses y medio.

—Sí, no habrá tiempo ni para coger aire entre carrera y carrera. Al final hay que estar mentalizado de que va a ser un año durísimo y va a costar mucho rendir bien en todas las carreras.

Entiendo que su reto pasa por recuperar la versión del Omar Fraile de 2018 tras un duro 2019.

—Sí. Los problemas de espalda están olvidados. La idea es recuperar la versión de 2018 y estoy trabajando y cuidándome lo máximo posible para ello. 2019 fue un año complicado para mí. Sufrí las consecuencias de un gran accidente que no me dejaban rendir a mi nivel, con dolores en la espalda y las lumbares. El hecho de parar creo que me ha venido bien para coger aire y dejar atrás las secuelas. A día de hoy puedo decir que me encuentro bien. Si la suerte me acompaña podré conseguir resultados, ese es el objetivo. Sigo teniendo la misma hambre de siempre por la competición. Tengo ganas de verme adelante y ser competitivo. Tengo ese instinto y no lo he perdido. El año pasado tuve que adaptarme a las circunstancias. Hice buenos puestos en varias carreras, pero me faltaba ese punto final.

¿Qué tal está yendo la concentración con sus compañeros de equipo?

—La concentración está yendo muy bien. Hay muy buen ambiente. Teníamos ganas de juntarnos de nuevo tras tanto tiempo separados. Contamos con cocinero, masajistas, osteópata€ Eso hace que todo sea fácil y divertido al mismo tiempo. Además tenemos un grupo muy bueno, con los hermanos Izagirre, Alex Aranburu, Óscar Rodríguez y Luis León Sánchez. Somos los seis de casa y hace que todo se lleve mejor.

¿Cómo es el día a día de la concentración con la ampliación de las medidas anticovid?

—Bueno, eso es lo más difícil de llevar a cabo, lo más complicado. En nuestro caso estamos separados en dos burbujas. Por un lado, una parte del equipo está aquí y la otro en la concentración de Livigno (Italia). A partir de ahí, tenemos dos grupos, el grupo 1 y el grupo 2, con seis corredores en cada burbuja. Dentro de ese grupo contamos con dos masajistas que no tienen contacto con el otro grupo, nunca nos juntamos. A la hora de comer, lo hacemos con nuestro compañero de habitación para evitar contactos y limitar los riegos. Además contamos con geles hidroalcohólicos por todos los sitios, el uso de mascarillas es para todos€ En ese aspecto todo está yendo bien y esperemos que siga así.

¿Cuál será su calendario en caso de que se pueda correr todo lo que se prevé?

—Competiré en la Route d'Occitanie, Mont Ventoux Dénivelé Challenge, el Critérium del Dauphiné y los estatales. Después haré el Tour y luego estaré a la espera de poder ir al Mundial si consigo una plaza. Después la idea es ir a las clásicas de las Ardenas.

En una campaña tan atípica, el rendimiento será, más si cabe, una gran incógnita.

—Sí, porque por mucho que trabajes, sin apenas competición, es muy difícil saber cómo se puede rendir. Son cinco meses parados y por mucho que entrenes, el cuerpo también necesita el estímulo de la competición para conocer su respuesta concreta. Creo que todos tenemos esa incertidumbre de no saber lo que pasará cuando empiecen las carreras. Llevamos muchísimos kilómetros de entrenamiento y eso también se puede pagar. Para competir se necesita tener chispa.

¿Cuál considera que será la clave para poder rendir con garantías en curso tan anómalo?

—La clave pasa por ser muy profesional durante el periodo previo a la competición y más este año, donde ese tiempo ha sido mucho más largo. No es el mismo estímulo entrenar para un objetivo próximo que para uno repleto de incertidumbre y, en ese aspecto, el que mejor se adapte tendrá mucho ganado. Hemos estado mucho el tiempo en casa, donde, entre comillas, nadie de exige nada y tiene que salir de uno mismo ser profesional para rendir después lo mejor posible.

¿Cuál es el objetivo para el presente curso?

—Mi objetivo es volver a tener ese toque que tuve en 2018 y trabajar para mis líderes. Si tengo la posibilidad, quisiera buscar una victoria de etapa en alguna carrera. Trataré de rendir al máximo en la carrera que toque e intentaré aprovechar las oportunidades que surjan. Eso sí, tengo claro que desde el primer día de competición quiero estar en forma.

En un año tan complicado, se antoja imprescindible salvar el Tour de Francia.

—El Tour es la carrera que más nos marca a nosotros. Si se hace el Tour, se puede decir que los equipos habrán salvado la temporada debido a la repercusión que tiene la carrera francesa. Y ya, si haces un buen Tour es hacer una gran temporada. Lógicamente, queremos que se hagan todas las carreras para que todos los equipos tengan las mayores opciones posibles y las organizaciones y los patrocinadores tengan visibilidad.

Se presenta un Tour con más tensión de lo habitual por las características excepcionales que lo rodea. Nadie quiere perdérselo.

—Todo el mundo decimos que se presenta un Tour con más tensión que nunca. Será un Tour con muchísimo estrés y tensión, no tengo duda. Lo bueno que tiene este Tour es que desde el primer día puede haber una selección que apartará a varios favoritos que creen que pueden ganar el Tour. Si eso ocurre, tal vez se elimine algo de tensión. Eso sí, el Tour es el Tour y nadie quiere ceder a las primeras de cambio y más este año: entre que es la carrera más importante del mundo, el tiempo que se lleva sin competir y que todos los equipos van a llevar lo mejor que tienen, eso va a provocar que sea un Tour con una enorme tensión de salida.

¿Entiende que conquistar el Tour va a ser más caro que nunca?

—El Tour siempre es muy caro porque siempre está cargado de estrellas, de los mejores ciclistas. Da igual la edición que sea. Ganar el Tour está al alcance de muy pocos y, en ese sentido, estará muy caro. Lo que habrá en este Tour son más incógnitas e incertidumbre.

¿Quién es su favorito para el Tour?

—Creo que Egan Bernal es el hombre a batir. Con el Tour que hizo el año pasado y viendo la progresión que lleva, creo que es uno de los grandes favoritos para ganar. Todo el mundo lo piensa. Para empezar, sale con el número 1 y eso quiere decir algo.

Usted será parte de la guardia pretoriana de Miguel Ángel López en el Astana. ¿Qué objetivo se han marcado como equipo para la carrera francesa?

—Intentaremos aspirar a todo lo que podamos con Miguel Ángel López, buscaremos el máximo posible en la general. A partir de ahí, individualmente, intentaré buscar algún triunfo de etapa bien sea a través de una fuga o de algún grupo reducido. El equipo estará preparado para proteger a nuestro líder en la general, pero también para buscar victorias de etapa. Mi rol pasa por ayudar a López e intentar repetir una victoria de etapa como en 2018. Si una vez fui capaz de hacerlo, por qué no soñar con una segunda.

El martes se cumplen dos años de su triunfo en Mende. ¿Qué recuerda de aquel día?

—Es algo muy especial. Al final no deja de ser el mejor triunfo de mi carrera. Siempre que veo aquella etapa aún me pongo nervioso€ no sabía si iba a llegar, si me iban a coger. Son recuerdos muy bonitos para mí. Es algo que recordaré para toda mi vida. Todas las victorias son especiales, pero conseguir un triunfo en el Tour es más especial. Habrá que ver cómo va todo. Tengo la ilusión de repetir.

¿Ha marcado alguna etapa de la presente edición?

-No, todavía no lo he hecho. Primero quiero saber cómo estoy en competición. Falta mucho y no me quiero comer la cabeza pensando en ello. Iremos día a día y cuando se acerque la fecha del Tour, ya lo estudiaremos todo en profundidad.

"Estoy bien físicamente. La idea es recuperar la versión de 2018 y estoy trabajando y cuidándome lo máximo posible para ello"

"En el Tour, intentaremos aspirar a todo lo que podamos con Miguel Ángel López, buscaremos en la general el máximo posible"

"El triunfo de Mente en el Tour, no deja de ser el mejor de mi carrera. Siempre que veo aquella etapa aún me pongo nervioso"