L Bilbao Basket va a pasar de permanecer 101 días sin competir a tener que jugar, en principio, cinco partidos en el plazo de nueve días. Y sin amistosos de preparación. Y en un formato desconocido. Y con sus jugadores obligados a permanecer en sus casas durante más de mes y medio. Y con apenas quince días de trabajo estructurado en grupo. Una situación tan poco habitual como la que ha envuelto a la sociedad desde que la pandemia del covid-19 hizo saltar por los aires lo que antes se entendía como normalidad y que ha requerido de una preparación excepcional, sin apenas capacidad de planificación a medio plazo.

"El 1 de junio, lunes, fue la vuelta a la realidad de lo que somos: un equipo de baloncesto". Habla Lolo Encinas, entrenador ayudante de Álex Mumbrú. "Hasta entonces no pudimos hacer ningún ejercicio con contacto. Todo fue trabajo individual, uno contra cero, dos contra cero, en grupos reducidos... Era todo tan diferente, había que acostumbrarse a tantas cosas... No ha sido una pretemporada, más bien la pretemporada de la pretemporada. El primer día nos juntamos Álex, Javi (Salgado) y yo y lo primero que dijimos fue: vamos a ver cómo están físicamente después de tanto tiempo en casa. No planificábamos a más de dos o tres días vista. Los jugadores venían al pabellón en grupos de tres pero trabajaban de uno en uno. Parecía un campus. Los entrenadores estábamos allí toda la mañana, pasaba un jugador, entrenabas con él, se iba y pasaba el siguiente. Trabajamos con mucho cuidado, la meta era que volvieran a sentirse jugadores", recuerda el técnico guipuzcoano, que cumple su primer año en el Bilbao Basket.

Para Encinas, todo lo experimentado estas semanas y lo que queda por vivir en Valencia desde el miércoles es "una prueba nueva para los cuerpos técnicos; nosotros, como equipo, tenemos la duda de ver cómo responderemos, cómo recuperaremos, cómo llevaremos los minutos y rotaciones". El formato le parece atractivo, "muy chulo para el espectador", pero como profesional le choca afrontarlo como un salto al vacío, sin ningún amistoso de preparación: "Nosotros lo que hemos intentado estas semanas en las que hemos podido trabajar cinco contra cinco ha sido recuperar nuestro estilo, nuestras normas defensivas y nuestro estilo ofensivo. Va a ser difícil llegar al nivel que teníamos cuando se paró la liga, pero buscamos acercarnos lo más posible. Álex tiene una cosa muy buena, que es que nosotros durante el año nos preocupamos mucho de nosotros mismos. Tenemos apuntes de scouting del rival, pero tampoco somos un equipo que manejemos una locura y basemos todo en el equipo contra el que jugamos. Quizás eso nos puede ayudar en este torneo. Con cinco partidos en nueve días está claro que el que más preparas es el primero. Luego intentas ajustar, pero lo que debes tener claras son tus normas como equipo".

Y ahí entra en juego un verbo que Encinas pronuncia muchas veces durante la conversación: simplificar. "Hemos optado por reducir nuestras cosas, recordar sobre todo lo que nosotros llamamos nuestros básicos. Tenemos normas básicas sobre cómo defender cada situación y luego intentaremos aportar detalles de cada partido. Lo más importante es recordar al jugador cómo defendemos y atacamos dependiendo de algunos factores e ir con eso claro al torneo. Meter ahora cosas nuevas es muy complicado. Algo sí que intentaremos, pero el problema es que no habrá ocasión de probarlas. El primer partido ya es un derbi contra el Baskonia y en este grupo la forma de arrancar va a ser muy importante", destaca, aportando el mismo razonamiento al trabajo de scouting: "Con un partido semanal sí que solemos preparar cosas un poco diferentes basándonos siempre en nuestras normas. Ahora va a ser más difícil e intentaremos reducirlo un poco para que el jugador tampoco se vea en un carrusel constante de partido, asimilación de cosas nuevas, otro partido, más vídeo€ Intentaremos simplificar y hacer vídeos más cortos y directos, preparar para cada equipo un par de detalles".

Sin tiempo ni condiciones ideales para trabajar todas las facetas del juego, a los cuerpos técnicos de los equipos de esta fase final les ha tocado apostar y en el Bilbao Basket lo han tenido claro. "Nosotros hemos hecho hincapié, sobre todo, en la prevención de lesiones. Arrancamos muy poco a poco, obsesionados en que el jugador se sintiera seguro, sin hacer ninguna burrada. En los últimos días hemos buscado ya acercarnos todo lo posible al estilo que teníamos cuando todo paró en marzo. Nuestro jugador más destacado había sido Axel Bouteille, pero no éramos un equipo en el que jugásemos todo para él ni dependíamos solo de él. Había días en los que destacaba Axel, en otros Brown, o Balvin, o Lammers... En esto hacemos hincapié a los jugadores, en recuperar nuestro estilo en equipo, que tengan claro que así tenemos que competir para hacer las cosas bien en Valencia. Si ahora los jugadores piensan en individual€ Nosotros no entendemos eso. Estábamos contentos con nuestro estilo y la verdad es que no nos iba mal", recuerda, recalcando el sello guerrillero que ha distinguido a este Bilbao Basket. "Nuestra idea en Valencia es competir todo lo que podamos. Si nos dan las piernas hasta el cuarto día, hasta el cuarto; si nos dan para el quinto€ Hasta donde lleguemos".