Bilbao - “He cumplido todos mis sueños de niño. Es de locos”. Charles Leclerc logró en el Gran Premio de Italia su segundo triunfo en la Fórmula 1, y el segundo consecutivo tras estrenarse el anterior domingo en Spa, donde se convirtió en el piloto de Ferrari más joven de la historia en conseguir la victoria y en el tercero de todos los tiempos. El valor del éxito fue excelso por su contexto. El resultado elevó a Leclerc como piloto mejor clasificado de la escudería italiana, pero para ello tuvo que batir en duelo al pentacampeón y actual líder del campeonato, Lewis Hamilton, y a su compañero de Mercedes, Valtteri Bottas, segundo clasificado del Mundial. Además, la conquista de Leclerc devolvió el orgullo a la fábrica de Maranello, que no ganaba en Monza desde 2010, con las manos de Fernando Alonso. Los tifosi tienen nuevo ídolo, un chico de 21 años con barba despoblada, mirada melancólica y aspecto inofensivo, pero que conduce como lo harían los ángeles. “¿Puedo hablar en italiano?”, preguntó al entrevistador al término de la prueba. Los corazones de Italia están ocupados. Leclerc, ante su segundo curso en la F-1 y el primero en Ferrari, es futuro y presente.

“Haré todo lo posible por evitar otra victoria de Leclerc”, amenazó Hamilton tras la qualifying. El inglés, desde la segunda pintura, cumplió su palabra. Le faltó sacar artillería pesada para derribar el muro ferrarista.

Durante las 20 primeras vueltas, Hamilton solo concedió un margen máximo de 1,5 segundos al inquebrantable poleman Leclerc. “Es más rápido que nosotros”, bramó Hamilton. Vista la dificultad de adelantar en pista, Mercedes atacó el liderato buscando un undercut en el pit-stop. Situación: vuelta 20, Hamilton cambia de neumáticos; Vuelta 21, Leclerc se protege completando su parada. Si el inglés calzó gomas intermedias, el monegasco vistió las duras.

Cuando Leclerc regresó a la pista, Hamilton se alojó en zona de DRS. El inglés gozaba de una temperatura óptima en los neumáticos y encontró su oportunidad en la gelidez de las ruedas del monegasco. Se lanzó a por el liderato. Leclerc sostuvo el envite y al abandonar la curva estranguló a Hamilton, quien trazaba por el exterior y pisó la puzolana. “No me ha dejado espacio; me ha empujado fuera”, criticó Hamilton. Los comisarios resolvieron que fue un lance de carrera. El inglés perseveró y recuperó la activación del DRS. La infatigable persecución era abrumadora.

Aunque Leclerc mostraba una solidez impropia para su edad, en la vuelta 36 tuvo un error. Se pasó de frenada pero reaccionó con maestría para volver a la trazada sin ceder la cabeza de la carrera. Eso sí, Hamilton le soplaba el cogote. “Mantente ahí, estás haciendo que cometa errores”, espolearon por radio al tenaz piloto inglés.

En la vuelta 42, la encomibale defensa de Leclerc llevó a la frontera de los límites a Hamilton, que pecó en una apurada con el freno y se salió de la pista. El inglés se había mantenido desde la vuelta 21 hasta entonces a menos de un segundo de Leclerc. Pero el error le hizo caer a la tercera plaza. Oxígeno para Leclerc, que forzó a Hamilton para ganar el intenso y emocionante duelo. No obstante, Valtteri Bottas tomó el relevo de persecutor.

A tres vueltas del final se volvió a intensificar la presión; Bottas se alojó en el rebufo de Leclerc, a menos de un segundo. El monegasco volvió a levantar una empalizada. Monza parecía el paso de las Termópilas. El joven Leclerc se manejaba como curtido en mil batallas. Sin temblar. Sin padecer de los nervios. Firme. Rocoso. Así llevó la esperanza de Ferrari hasta la meta. “Lo hemos intentado todo”, lamentó Bottas. “Leclerc ha tenido muchísima presión. He hecho todo lo posible”, juzgó Hamilton.

“¡Vaya carrera! En mi vida he estado tan cansado”, expresó Leclerc, superviviente tras la asfixiante persecución. Impermeable. Está dejando en evidencia a Sebastian Vettel, que ayer hizo un trompo en la primera vuelta, chocó con otro coche y recibió una sanción para acabar decimotercero. El alemán lleva veintidós carreras sin ganar con Ferrari. Leclerc ha ganado dos de las catorce que lleva con la Scuderia. Además, el monegasco ha superado a su homólogo en las siete últimas sesiones de calificación. Esto se refleja en el Mundial: Leclerc es cuarto con 182 puntos; Vettel es quinto con 169. Eso sí, a falta de siete pruebas el liderato de Hamilton se antoja inabordable: 284 puntos, 63 más que el segundo clasificado, Bottas. Entre los Mercedes y Ferrari está el Red Bull de Max Verstappen, tercero con 185 unidades. En cuanto a Carlos Sainz, un error en el cambio de neumáticos -no le apretaron una rueda- le hizo abandonar cuando ocupaba la sexta posición.