Bilbao - Jon Rahm afronta desde mañana en The Northern Trust los play-offs de la FedEx Cup, la serie de tres torneos que decidirá la identidad del ganador del PGA Tour. Es el no va más y el golfista de Barrika arranca en la décima posición, lo que le asegura participar en las tres citas con posibilidades de hacerse con el más que suculento premio final de quince millones de dólares. Rahm ya se ha hecho con un bonus de medio millón al acabar la temporada regular y ahora, tras un curso en el que ha logrado una victoria y nueve Top 10, busca mejorar el séptimo puesto de hace dos años en el circuito más exigente del mundo.

Los 125 mejores del PGA Tour se citan en el Liberty National Golf Club, un recorrido de par 71 a las afueras de Nueva Jersey cuyo nombre ya da pistas de lo que se van a encontrar los jugadores: en algunos hoyos sus golpes apuntarán al skyline neoyorkino y a la Estatua de la Libertad. El año pasado el ganador de este torneo fue Bryson DeChambeau, aunque el último que se impuso en este campo fue el australiano Adam Scott en 2013. La próxima semana se disputará, con setenta jugadores, el BMW Championship en el emblemático campo de Medinah, donde el equipo europeo de la Ryder Cup obró el milagro de la remontada en 2012 bajo el mando del guipuzcoano Txema Olazabal. Y la serie de tres torneos, uno menos que el año pasado, se cerrará como es costumbre en el Tour Championship de East Lake, en Atlanta, con los treinta que sobrevivan a tan dura criba.

La cita decisiva también ha sido modificada en su formato en busca de que puedan coincidir el vencedor del torneo y el de la FedEx Cup. El que llegue primero a esa cita saldrá con diez golpes bajo par y sucesivamente se irá rebajando la cifra hasta que los clasificados entre el 26 y el 30 salgan al par. Como cada play-off otorga 2.000 puntos al vencedor, cuatro veces más de lo habitual, el objetivo de Jon Rahm, y de todos, es tratar de proteger o mejorar su posición para llegar a ese desenlace con todas las opciones todavía intactas. Hace dos años este torneo se jugó en Glen Oaks y el vizcaino acabó en tercera posición. Hace un año, en Ridgewood, no fue capaz de pasar el corte. En la presente edición, llega pletórico de confianza tras su séptimo lugar en el WGC de Memphis y de nuevo como uno de los favoritos de los expertos. Jugará los dos primeros días con Dustin Johnson, que anda de capa caída últimamente, y con Webb Simpson, que al contrario atraviesa por un gran momento.

El primer candidato, porque se lo ha ganado, es Brooks Koepka, que busca su primer título en el circuito americano para demostrar que es más que un soberbio jugador de majors. Rory McIlroy irá a su lado para completar un partido de lujo con Matt Kuchar. Paul Casey es el único de los importantes que no saldrá en el Liberty National ya que quiere descansar y hay interés por comprobar el rendimiento de Tiger Woods, que hace un año ganó el Tour Championship. El de Cypress debe afinar para llegar a Atlanta, pero lleva mucho tiempo sin jugar tres torneos en semanas consecutivas.