Bilbao - El tenis femenino tiene desde hoy una nueva número 1 del mundo: Ashleigh Barty. La australiana, última campeona de Roland Garros, prolongó su racha y en su primer torneo sobre hierba, el de Birmingham, venció ayer a Julia Goerges para lograr su tercer título del año y acabar con las 21 semanas de Naomi Osaka al frente de la WTA. Barty es la vigésimo séptima jugadora que alcanza la cima mundial y la segunda de su país después de que Evonne Goolagong lo lograra en abril de 1976. Su versatilidad le ha permitido romper todos sus topes y pasar en tres años de estar por debajo del puesto 600 al primero. “Es un sueño hecho realidad poner mi nombre junto al de grandes leyendas”, dijo Barty.

Por otro lado, el fin de semana coronó a dos grandes veteranos. Roger Federer consiguió con 37 años su décimo triunfo en el ATP 500 de Halle tras derrotar a David Goffin y se convirtió en el primer jugador que suma tres títulos este año. El suizo nunca había ganado diez veces en el mismo torneo, pero confesó que el único secreto es que se está “divirtiendo mucho. A partir de hoy, quiero descansar y empezar a pensar en el próximo desafío”, que no es otro que Wimbledon la próxima semana, donde partirá como segundo cabeza de serie.

En el ATP 500 de Queen’?s, Feliciano López, cerca de los 38 años, levantó el trofeo por segunda vez en su carrera. El toledano, campeón en 2017, llegó a Londres gracias a una invitación y se llevó la victoria ante Gilles Simon, otro veterano, para volver a meterse entre los 60 primeros del mundo. Además, Feliciano logró también la victoria en dobles junto a Andy Murray. - Roberto Calvo