Síguenos en redes sociales:

Los chicos de Luis de la Fuente

El seleccionador estatal reafirma con el título de la Eurocopa su condición y la apuesta por un grupo que además de talentoso se ha mostrado unido, humilde y solidario, valores inculcados por el míster

Los chicos de Luis de la FuenteFILIP SINGER

Cuando Luis de la Fuente (21-VI-1961, Haro) asumió el cargo de seleccionador de España en 2022 todo eran dudas. Jamás había dirigido un equipo profesional. A nivel de clubes sus experiencias más destacadas eran haber entrenado al Bilbao Athletic y al Alavés en Segunda División B. La sorpresa y el recelo era general. Él mismo era consciente de que sería una etapa arriesgada debido a su escasa popularidad. Pero asumía la responsabilidad con una baza que entonces era valorada poco o nada y que ahora se puede entender como clave, que es su profundo conocimiento de los jugadores que entrena gracias a su trayectoria en las categorías inferiores de España, donde junto a muchos de ellos alcanzó brillantes resultados que sirvieron para justificar su nombramiento: fue campeón de Europa Sub’19 y Sub’21 y consiguió la medalla de plata olímpica de los Juegos Olímpicos de Tokio. Entonces se estaba fraguando la selección absoluta que ha cautivado a toda Europa con su estilo de juego. “Soy el que mejor conoce el presente y el futuro del fútbol español”, sentenció al ser nombrado.

De la Fuente desterró el popular tiki-taka en favor de la verticalidad y el ritmo, su sello, acorde al perfil de sus jugadores, a los que les pide personalidad. Los resultados fueron llegando y bajo su tutela el grueso de esta selección se proclamó campeona de la Liga de Naciones en 2023. El técnico de Haro ganó crédito, despejó dudas, pero cuando los vientos parecían soplar favorables, estalló el caso Rubiales, que pudo llevarse por delante al riojano. De la Fuente sobrevivió al tsunami de la Federación Española de Fútbol y logró desviar la atención hacia los resultados deportivos.

Cuando arrancó la Eurocopa su discurso era reivindicativo en relación a un grupo que los pronósticos no enmarcaban entre los grandes favoritos. “Me gustaría que reconociéramos más y pusiéramos en valor lo que han hecho; han ganado todo y tienen un recorrido enorme. Son jugadores que deberían tener un reconocimiento mediático mayor”, reflexionó.

Una vez que el balón echó a rodar y España empezó a desarrollar el juego más lucido y a la vez productivo de la competición, cuando el grupo demostró estar dotado de confianza, De la Fuente modificó su verso, comenzó a ensalzar sin fisuras a sus pupilos. “Mbappé es un fuera de serie, pero los míos son los mejores”, lanzó antes de la semifinal contra Francia. Su método, sumado a la química y el respeto existente en el colectivo, han generado un ambiente idílico para un torneo breve y sin margen de error. De la Fuente no ha escondido que una de sus premisas es disponer de “buenas personas”, porque esta virtud apaga la egolatría y promueve conceptos grupales. Es el apartado psicológico de un técnico que se bregó como jugador en el Athletic, Sevilla y Alavés y que creció como técnico en Lezama.

El mensaje de cara a la final frente a Inglaterra varió para elevar el nivel de exigencia desde el prisma de la humildad: “Si no estamos por encima del nivel de los últimos partidos, no vamos a tener posibilidades”. El de Haro puso sobre el césped su once tipo, que solo se ha visto alterado por lesiones o sanciones. 

En este sentido, De la Fuente no ha arrojado dudas. Su apuesta, por otra parte ganadora, ha sido clara hasta el último partido, donde amplió su leyenda consiguiendo un nuevo título para España, el segundo a nivel particular, y el sexto de la historia para el combinado español tras los obtenidos por José Villalonga (Eurocopa de 1964), Luis Aragonés (Eurocopa de 2008) y Vicente del Bosque (Mundial de 2010 y Eurocopa de 2012). Este último eleva a España como la máxima ganadora del torneo continental.

Para ello, el riojano recordó a sus jugadores “que son mortales”, como en la antigua Roma, como se les decía a los emperadores cuando llegaban triunfales de sus batallas. “Estoy para decirles: ‘Señores, humildad, que todavía no se ha ganado nada’”, confesó. 

Con el éxito en Berlín, propiciado por tantas decisiones suyas, como la apuesta por Nico Williams o Lamine Yamal como titulares o el recambio de Mikel Oyarzabal, autor del 2-1 en la final, De la Fuente ha sentado un legado con continuidad. Tal es la confianza que la Federación deposita en el técnico riojano que a escasos días del inicio de la Eurocopa fue renovado hasta 2026, cuando los chicos de De la Fuente buscarán una nueva gesta en la Copa del Mundo. “No se puede estar más feliz. Se ha coronado un auténtico equipo, con merecimiento. Son los mejores, pero siempre se puede mejorar. La virtud de este equipo es que siempre pensamos que podemos mejorar”, expresó.