Cayón 1

Sestao River 1

CAYÓN: Galnares, Riki, Pelayo, Miguelín (Min. 82, Saúl), Bolado, Álvaro, Cagigas, Marquitos (Min. 60, Trilonte), Lázaro (Min. 64, Goñi), Chili y Laredo.

SESTAO RIVER: Rabanillo, Etxeberria, Mateo (Min. 56, Ibra), Gaizka Martínez, Jaime (Min. 83, Pepe), Huete, Villar, Garai (Min. 56, Salinas), Agirre, Iñigo López (Min. 76, Bravo) y Goti (Min. 56, Buján).

Goles: 1-0: Min. 26; Miguelín. 1-1: Min. 67; Gaizka Martínez

Árbitro: Gao Aladro, asturiano. Mostró cartulinas amarillas a Chili, Miguelín y Jesús por el Cayón.

Incidencias: 800 espectadores en Sarón.

El River no pudo sumar en Cayón su novena victoria consecutiva pero consiguió un buen empate habida cuenta del desarrollo del encuentro. Los locales se adelantaron a la media hora, dejando helado a un River que hasta ese momento había sido dominador, y pusieron muy difíciles las cosas a los de Aitor Calle, que tuvieron que esperar a la segunda mitad para lograr un punto que le sigue manteniendo como colíder. Osasuna Promesas empató en Izarra ante la Peña Sport y dejó la situación igual.

Los verdinegros no tuvieron suerte en la matinal de Sarón. Salieron al campo con mejores argumentos, pero iba a ver a los locales adelantarse a las primeras de cambio. Iñigo López vio frustrado el primer intento con una gran mano de Galnares y después un cabezazo de Goti se marchó rozando la cepa tras un buen centro de Agirre. Ambas jugadas sin que se hubieran cumplido los diez minutos. Sin embargo el encuentro se igualó y el Cayón comenzó a acercarse. Una internada de Cagigas precedió la falta en que Miguelín batió de forma inapelable a Rabanillo y puso el 1-0 en el marcador. Todavía lo intentarían los locales con una nueva carrera de Cagigas a la que no llegó Lázaro.

En la segunda mitad escasearon más las ocasiones y hubo que esperar al cuarto de hora para ver la primera oportunidad clara, que se iba a convertir en el gol del empate para el River. Gaizka Martínez, a la salida de un córner, remató al larguero pero el balón entró tras rebotar en Galnares. De ahí hasta el final no hubo apenas nada reseñable, motivado por el miedo de ambos equipos a perder lo conquistado.