El próximo viernes, el Amorebieta comienza la segunda vuelta de LaLiga Smartbank. Lo hace a cuatro puntos de la salvación, pero con las buenas sensaciones que dejan los últimos encuentros -acumula cinco sin perder en la competición doméstica- y con la fe de Iñigo Vélez de Mendizabal (Gasteiz, 1982), un técnico que ha progresado tanto como el club zornotzarra desde que ambos decidieron unir sus caminos hace ya cuatro temporadas.

Volvieron el pasado domingo al trabajo tras el parón navideño, ¿cómo les ha sentado?

—Bien, con ganas. Siempre viene bien disfrutar de unos días libres para volver a entrenar a tope. Ahora estamos ya pensando en el partido de liga del viernes, para el que nos quedan todavía tres entrenamientos.

Han sido pocos días de descanso pero ¿suficientes para recargar las pilas?

—Claro. Al final las navidades son días de relax, pero tampoco han sido para tanto ni por el número ni por el momento que estamos viviendo, en el que hay que cuidarse más. Entonces la vuelta al trabajo ha sido normal, físicamente bien y con muchas ganas.

Les toca visitar el viernes (16.00 horas) al Burgos. ¿Cómo prevé el partido?

—Va a ser muy complicado porque ellos están haciendo las cosas muy bien y más en su casa donde querrán mantener la buena racha que llevan. Nuestras sensaciones también son buenas, aunque no terminemos de ganar; pero siempre tenemos muchas opciones de llevarnos los partidos. Así que será otro encuentro de Segunda ante un buen rival con el que comenzaremos la segunda vuelta.

Y en El Plantío, un campo donde el Burgos solo ha recibido cuatro goles esta temporada.

—Eso es. Y donde han ganado muchos partidos y han sacado muchos puntos porque están haciendo las cosas realmente bien en su campo. Por eso llevan 28 puntos ya. Por eso digo que va a ser un partido muy disputado y bastante complicado, aunque nosotros vamos a ir con la intención de ganar y de hacer las cosas bien para sumar de tres.

Como ha comentado, el viernes comienzan la segunda vuelta y lo hacen a cuatro puntos de la permanencia. ¿Qué sensaciones le dejan esos números?

—No suelo fijarme mucho en los datos. Nunca lo hago. Planteo cada partido como si fuera el último y así lo trabajo y lo preparo. Por eso este partido va a ser igual. Hay que trabajarlo, entrenarlo y estudiarlo para hacerlo lo mejor posible para ganar.

¿Es de los que no miran la clasificación?

—No, no la miro y menos cuando todavía estamos en diciembre. Me guío más por las sensaciones, los entrenamientos, los partidos... y el equipo está creciendo. Cada vez tiene más claro a lo que juega. Es cierto que los resultados podían ser mejores, pero por ello seguimos trabajando, para ganar.

¿Cree que en la primera vuelta el Amorebieta pagó un peaje demasiado alto por novato?

—Siempre digo que estamos donde nos merecemos, no hay más. Si tenemos 19 puntos estamos donde tenemos que estar. Aún así, el equipo ha hecha una primera vuelta en la que, quitando dos partidos, ha competido en todos los demás. Hemos dado buena imagen en todos los encuentros pero todos los rivales mejoran y, por eso, nosotros también tenemos que hacerlo. No queda otra que seguir trabajando.

¿Piensa que se les escaparon puntos que no debieron?

—No. Ya te digo que para mí tenemos los puntos que nos merecemos. Ya está. Luego está claro que las sensaciones han sido buenas y que han habido partidos en los que tuvimos muchas posibilidades de ganar pero en los que se nos fueron dos puntos. Pero todo forma parte del juego.

Están a cuatro de la permanencia, ¿cree que esta temporada se venderá cara la salvación?

—En los cuatro años que llevo en el Amorebieta nunca me he fijado en cuántos puntos necesitas para una cosa u otra. Voy semana a semana porque todo depende de los resultados que hagas tú y de los que hagan tus rivales. La Segunda es una categoría muy igualada en la que todo el mundo puede ganar, pero en la que todo el mundo también puede perder. Por eso tenemos que pensar solo en el siguiente partido en El Plantío.

¿Qué le está faltando al Amorebieta para ir de tres en tres?

—La categoría es complicada y por mucho que compitamos cada fin de semana tenemos que dar algo más para conseguir encadenar triunfos. Sabemos que los rivales se aprovechan mucho de los errores puntuales que cometemos y que, además, nos están costando muchos goles. Tenemos que intentar minimizar esos fallos y ser más efectivos de cara a puerta.

¿Es la efectividad la tarea pendiente del equipo?

—Somos un equipo que ha tenido ocasiones en todos los partidos y que en las últimas semanas mejoró mucho la efectividad. Pero también somos un equipo que no remata las ocasiones que crea. Así que de cara a puerta debemos mejorar.

Llama la atención que nunca ha repetido alineación de una jornada a otra. ¿Es algo premeditado?

—Nuestra fuerza reside en el grupo, siempre lo he dicho. Está claro que siempre hay jugadores que sobresalen, pero el Amorebieta destaca por la fuerza del grupo entero. Lo de repetir alineación no es algo que mire, pero siempre intento poner a los once mejores cada jornada. Aunque también es cierto que en estos años tampoco he sido mucho de repetir alineación porque creo más en el grupo entero que en solo 13 ó 14 jugadores.

Eso ha provocado que el gol esté muy repartido, aunque Guruzeta ahora se haya desmarcado. ¿Eso le da tranquilidad?

—Claro, es muy importante. Cuando tienes cotas mayores siempre necesitas a un goleador; pero en nuestro caso somos conscientes de que cualquiera puede meter gol. Me da igual quien lo meta porque me interesa que el equipo esté sólido y que las cosas le salgan bien. Aunque me gusta que lo hagan los delanteros porque les ayuda muchísimo anímicamente. Afortunadamente, todos nuestros hombres de arriba han metido gol.

Recalca mucho que la fuerza está en el grupo. ¿Significa eso que no habrán refuerzos en este mercado de invierno?

—No, para nada. Eso es un tema de club y el mercado aún no ha empezado, pero si cabe la posibilidad no se cierra la puerta.

¿Le gustaría que los hubiera?

—Hay que valorar las situaciones, qué tipo de jugadores, qué podemos traer... Porque eso da igual en qué categoría estés, si es para mejorar el grupo, su dinámica y su nivel, pues adelante. Además hay que tener en cuenta que somos el Amorebieta, que no podemos firmar un traspaso, por eso hay que mirar bien qué posibilidades nos da el mercado.

El del viernes ante el Burgos es el último encuentro del año, ¿cómo llega el vestuario?

—Muy bien, reforzados anímicamente por los últimos partidos. El equipo cree fielmente en la forma de jugar y de competir. Sabemos que nadie nos ha pasado por encima, que podemos ganar y perder ante cualquiera y por eso estamos trabajando por el bien común, que no es otro que ganar partidos.

Se acaba 2021, un año inolvidable para el Amorebieta.

—Para el club es histórico. Este año hemos logrado el ascenso a Segunda, una división donde el club nunca había estado y además con un objetivo que para nada era subir de categoría. Pero creyendo en nuestro trabajo estamos compitiendo de tú a tú en Segunda y, además, con la fe de que se pueden conseguir los objetivos.

¿Ya son conscientes de lo que han logrado?

—Darse cuenta tiene que ser algo rápido porque si estamos en Segunda es porque nos lo hemos ganado. Nadie nos ha regalado nada y, por eso, nos dejamos la piel en cada partido y cada balón. Esa es nuestra seña de identidad: darlo todo cada partido.

¿Es LaLiga Smartbank tal y como la imaginaba?

—Jugué seis temporada en Segunda y, aunque de eso hace años ya, la igualdad sigue siendo muy grande. Esta temporada el Almería está desmarcado y el Eibar tiene un plantillón; pero es una categoría en la que si encadenas tres victorias te vas para arriba y si son tres derrotas, te metes muy abajo. Es decir, en Segunda puede haber diferencia de presupuestos, pero es una categoría igualada en la que ya sabíamos que iba a costar mucho ganar partidos.

¿Ha cambiado algo en su forma de trabajar tras el ascenso?

—No. Como jugador y como técnico lo único que tienes que hacer es mejorar. Y eso es lo que intento. Quiero disfrutar de la experiencia y del día a día con la plantilla. Además sabemos que nuestros rivales son mejores porque para eso estamos en Segunda, pero la idea de juego, la forma de trabajar y el trato con los jugadores es siempre la misma. Eso no va a cambiar.

¿Se parece entonces este Amorebieta al de 2018 cuando usted llegó?

—Quizá el que más ha cambiado soy yo porque cuando llegué no tenía experiencia, tan solo dos años en Preferente de Gipuzkoa. Este banquillo es un aprendizaje continuo en el que no puedes parar. Los comienzos además fueron jodidos porque sacamos pocos puntos en la primera vuelta, pero sirvió para aprender rápido. Ahora llevo 4 años aquí. Yo conozco al club y ellos me conocen a mí. Sabemos cómo trabajamos, la idea que tenemos, el perfil de jugador que buscamos... Hemos mejorado todos por el tiempo y la experiencia.

Tras el ascenso, el objetivo fue mantener el bloque de jugadores que lo logró. ¿Les costó retenerles después de la gran temporada que hicieron?

—No porque ellos tenían la misma ilusión que todos. Muchos debutaban en Segunda y qué mejor que hacerlo con el equipo con el que lograste ascender. Quisimos mantener el bloque y firmar a gente que nos diera cierta experiencia y creo que lo conseguimos.

2021 también fue un buen año para usted, ¿no?

—Con el crecimiento del equipo también he crecido yo. No hace tanto estaba entrenando en Preferente y ahora estoy en Segunda, pero la ilusión es la misma. Lo único que cambia es que en vez de ir a jugar a Zarautz voy a campos de Segunda.

¿Y ese ascenso meteórico que ha tenido no le hace soñar con entrenar en Primera?

—Es que no es ni Primera ni Segunda. Desde que empecé a entrenar solo quiero mejorar y no la categoría, sino como entrenador. Soy consciente de que acabo de llegar a Segunda, donde hay entrenadores de la hostia, con experiencia incluso en Primera. Por eso solo quiero mejorar e intentar que las cosas salgan bien para el Amorebieta.

“Los resultados podían ser mejores, pero el equipo ha hecho una primera vuelta en la que ha dado buena imagen y ha competido”

“Estamos en Segunda porque nos lo hemos ganado, nadie nos ha regalado nada y por eso nos dejamos la piel en cada partido y en cada balón”