EL fútbol vuelve a mostrar su cara más dulce a José Ángel Ziganda (Larrain-tzar, 1-X-1966), quien cumple su tercera temporada al frente de un Oviedo que, decimosegundo clasificado en LaLiga SmartBank con veintiún puntos en dieciséis jornadas, recibe el sábado al Amorebieta de Iñigo Vélez de Mendizabal en el Carlos Tartiere. Los azules, penúltimos a cuatro puntos de la permanencia que marca el filial de la Real Sociedad, buscarán sorprender a domicilio a un entrenador con el sello de Lezama al que se han medido en diez ocasiones con un balance de tres victorias, otros tantos empates y cuatro derrotas. Unos números parejos, así las cosas, presenta en sus enfrentamientos ante el conjunto zornotzarra el preparador de Larraintzar, a los mandos del Oviedo desde febrero de 2020 después de tomarse un año sabático como consecuencia de su amarga experiencia al frente del primer equipo del Athletic

Fue entonces, tras seis temporadas con el Bilbao Athletic con un ascenso a la categoría de plata y el inmediato descenso de por medio, cuando el presidente Josu Urrutia dio las llaves del banquillo de San Mamés a un enérgico y entusiasmado Kuko que, sin embargo, vivió un auténtico tormento a los mandos de los leones. Nada salió como el navarro hubiera imaginado, ni deseado. La irregularidad del equipo fue una constante durante toda la temporada. Eliminados en los dieciseisavos de final de la Copa a manos del humilde Formentera y en octavos de la Europa League ante el Olympique de Marsella, los rojiblancos tampoco fueron capaces de dar el do de pecho en LaLiga al acabar en decimosexta posición con 43 puntos.

En total fueron 56 partidos los que dirigió Ziganda al Athletic con un saldo de 17 victorias, 18 empates y 21 derrotas que desembocaron en el anuncio de la rescisión del contrato que había firmado hasta el 30 de junio de 2019. A pesar del sueño que supuso para el navarro comandar a los bilbainos, el devenir de los acontecimientos resultó más que duro para Kuko, quien reconoció en una entrevista en Radio Popular casi dos años después, en abril de 2020, que de poder volver atrás y tomar de nuevo las riendas del Athletic "hoy sí tomaría otras decisiones". "Me he tomado un tiempo sabático para descansar y reflexionar. El cuerpo me pedía un descanso y he tenido este año para darle una vuelta a todo y hacer un break", confesaba asimismo el de Larraintzar después de pasar seis meses junto a su familia en Manchester una vez finalizado su trabajo como entrenador del Athletic.

Su nombre sonó para banquillos como el del Celta, Deportivo de la Coruña o Sporting de Gijón, pero finalmente fue el Oviedo el club que apostó fuerte por Ziganda, que se puso manos a la obra junto a Bingen Arostegi para sustituir a Javi Rozada y salvar de la quema a un equipo que tuvo hasta tres entrenadores en la campaña 2019-20. Hasta final de curso con opción a uno más firmó Kuko, que agarró a un Oviedo que asomaba a mitad de febrero en puestos de descenso a la categoría de bronce del fútbol estatal. En decimonovena posición a un punto de la salvación cogió el navarro a los asturianos y en el decimoquinto escalón con dos puntos de margen sobre el descenso finalizó el curso.

En la campaña 2020-21, la primera y única que ha completado hasta la fecha como entrenador carbayón, Ziganda dejó en una cómoda decimotercera posición al Oviedo, que renovó el pasado junio su contrato para certificar su continuidad en el banquillo hasta el término del presente ejercicio.

A pesar de estar discutido por una parte de la afición que exige al Oviedo ocupar puestos más altos en la tabla, lo cierto es que el conjunto asturiano, el nuevo nido del Kuko, se ha medido en las dieciséis primeras jornadas de liga a diez de los once primeros clasificados. En total son 74 encuentros los que acumula Ziganda al frente de un equipo con el que suma 23 victorias, 31 empates y 20 derrotas con un bagaje de 1,35 puntos por partido y 48 futbolistas utilizados.

29 jugadores empleó Kuko en su única campaña en el banquillo de San Mamés después de entrenar previamente a Osasuna y Xerez en Primera División, categoría que el navarro aspira a volver a alcanzar con un Oviedo que, en mitad de tabla, aguarda el choque ante el Amorebieta con el objetivo de tomar impulso en la clasificación.

Ziganda suma 23 victorias, 31 empates, 20 derrotas y 1,35 puntos por partido desde que llegó al Oviedo en febrero de 2020