Italia se clasificó para la fase final de la Eurocopa ganando los diez partidos que disputó, el último con una implacable goleada (9-1) a la selección de Armenia. Es cierto que en su grupo, el J, no cayeron precisamente potencias del balompié continental, y los encuentros ante Finlandia, que también se clasificó, Liechtenstein, Grecia, Bosnia Herzegovina y Armenia fueron un mero trámite hacia el torneo europeo y una especie de catarsis hacia el inmediato pasado, un fracaso rotundo. Porque así se considera que un equipo de abolengo, con cuatro títulos de campeón del mundo en sus vitrinas, no pudiera clasificarse para Rusia 2018. No ocurría algo semejante desde 1958, cuando los azurros se quedaron fuera de poder disputar el Mundial de Suecia.No sorprendió nada que el seleccionador italiano, Gian Piero Ventura, fue destituido y que la Federación transalpina recurriera a un entrenador de prestigio, que justo aquel verano se había desvinculado del Zenit de San Petersburgo.
En cierto modo la situación de Roberto Mancini se asemeja bastante a la de Luis Enrique. Si Italia no se clasificó para el Mundial de Rusia, la selección española, aunque sí participó, rozó el ridículo, tirando al basurero el poco prestigio que aún le quedaba. En consecuencia, la misión encomendada a uno y otro seleccionador consiste en recomponer la figura de dos equipos maltrechos cambiando la fisonomía del juego y renovando la cara de los futbolistas. Ambos, de momento, lo están consiguiendo. Y como ha hecho Luis Enrique con España, bajo la dirección de Mancini se han estrenado desde 2018 hasta 33 nuevos azzurri. El jueves, en vísperas del amistoso ante la República Checa, habló sin comlejos: "queremos llegar a Londres", ciudad sede de la final, el 11 de julio.
El técnico de Ancona renovó la plantilla primando la juventud y el estilo de juego apostando por un modelo de presión alta, verticalidad y velocidad en las transiciones. La transformación del bloque se personifica en los nuevos valores, como el portero Donnarumma, el centrocampista Nicolò Barella, fundamental en los éxitos del Inter y determinante en el ritmo del juego, y una apuesta de futuro con chicos como Federico Chiesa, que ya se ha hecho un sitio de titular en la Juve.
Aunque los eternos Bonucci y Chiellini conservan el mando en la zaga, otros dos veteranos como Acerbi y Bastoni han cumplido con creces cuando les ha tocado defender la zamarra de Italia. Tampoco está nada mal la inclusión del zaguero del Atalanta Rafael Toloi, de origen brasileño que consiguió el pasaporte italiano este mismo año. Lo mismo hizo Emerson Palmieri, defensa del Chelsea. Otro italo-brasileño, Jorge Luiz Frello Filho, Jorginho, también del Chelsea y brillante campeón de la Champions , aportará junto a Verratti fuerza a la línea de medios italiana.
El centrocampista del PSG se lesionó la rodilla derecha durante un partido liguero ante el Rennes y su presencia en la Eurocopa estuvo en el aire hasta el último momento.
En la delantera se espera mucho de Insigne, que cerró la temporada con 19 goles en la Serie A, y de Chiesa, la gran revelación del año en la Juve.
Sin embargo sorprende que Mancini haya dejado fuera de la lista para la Euro a Moise Kean, un jugador al que solía utilizar a modo de revulsivo, y más aún la convocatoria, a última hora, del joven delantero del Sassuolo Giacomo Raspadori. "Elegí a Raspadori porque es un jugador distinto con respecto a Ciro Immobile y al Gallo (Andrea Belotti). Por su calidad, puede ser el futuro de la selección", dijo, e incluso pronosticó que podría tener un impacto como el de Paolo Rossi en el Mundial de 1982, cuando fue convocado por sorpresa por el técnico Enzo Bearzot y resultó fundamental en la conquista del título.
La Eurocopa arranca precisamente el viernes 11 de junio a las 21.00 horas en el Olímpico de Roma con el Italia-Turquía. Con Suiza y Gales, además, de rivales en el grupo A la presencia de los azurri en los octavos se da por descontado.
R. Mancini
Jugador señero de los años ochenta, desarrolló su carrera futbolística en la Sampdoria, un equipo luminoso para el hincha culé, pues en la famosa final de Wembley (1992) el Barça ganó su primera Copa de Europa ante el equipo italiano. Fino estilista, como entrenador hizo carrera en la Fiorentina, Lazio, Inter Manchester City, Galatasaray o Zenit de San Petersburgo y se hizo cargo de azzurra en 2018 sustituyendo a Gian Piero Ventura tras el enorme fiasco que supuso quedar fuera del Mundial de Russia. Tras una plácida clasificación para la Eurocopa, Mancini renovó el pasado 21 de mayo su contrato hasta 2026.
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