N plena pandemia, con el escándalo del Barcagate en pleno sarpullido, un presidente que tuvo que dimitir antes de que lo echaran, una deuda descomunal, que alcanza los 1.173 millones de euros, la autoestima del culé por los suelos (cómo dolió el 1-4 del PSG) y Leo Messi a punto de huir despavorido, 87.479 socios del Barça están llamados hoy a las urnas para elegir a un nuevo presidente entre Joan Laporta, Víctor Font y Toni Freixa.

La carrera electoral arrancó a principios de diciembre con nueve precandidatos . Los tres que lograron pasar el corte tras reunir las 2.257 firmas necesarias para poder concurrir a los comicios esperaban haber conocido el veredicto del socio el pasado 24 de enero, fecha inicialmente prevista para la votación y postergada a causa de las restricciones que generaron la tercera ola del covid 19. Si con un mes de campaña electoral no fuera más que suficiente, los tres aspirantes han tenido que soportar otros 42 días suplementarios de lánguida campaña sin mucho más que decir.

Llegados a este punto, sería una gran sorpresa que Joan Laporta no fiera elegido presidente, cargo que ya ejerció entre 2003 y 2010. Su nombre está asociado a la etapa más exitosa en la historia del club azulgrana, (aquel sextete de la temporada 2009-10), con Pep Guardiola, Xavi, Iniesta o Messi en su máximo esplendor. Además tiene carisma, y aunque ha moderado el tono de su primera época presidencial y rebajado su perfil político (toda Catalunya sabe que es el hombre de Carles Puigdemont) el socio culé probablemente busque ahora, quizá más que nunca, a un hombre con ímpetu y audacia. Lo demostró Laporta en su época opositora, en Elefant Blau. Lo volvió a demostrar cuando alcanzó el poder en 2003 anunciando que si ganaba tenía un acuerdo con el Manchester United para fichar a Beckham. Y en diciembre pasado, colgando una gigantesca pancarta con su imagen y un mensaje sugerente en un edificio próximo al Santiago Bernabéu, golpe de efecto que no tuvieron más remedio que aplaudir sus contrincantes electorales.

Pero si de algo presume Laporta más que nadie es de su amistad y ascendencia sobre Messi. Conocido la falta de recursos económicos de la entidad azulgrana para acometer un gran fichaje, la hipótesis de la continuidad del genio argentino en la entidad blaugrana gracias a los influjos cautivadores de este abogado y empresario de 58 años sin duda que puede tener un peso enorme en la cita electoral de hoy.

Toni Freixa formó parte de la directiva del Barcelona con Joan Laporta (dimitió en 2005), Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu, hasta las elecciones del 2015, cuando se presentó para presidente, al igual que Laporta, y ha querido jugar la baza del fichaje a modo de reclamo.

Durante la campaña, Freixa aseguró que si gana podrá disponer de 250 millones de euros para contratar a dos delanteros y un defensa, todos ellos de primer nivel, pagados a través de una importante empresa con la que tiene un acuerdo.

El gancho de Víctor Font, el único candidato sin pasado en las directivas, es su imagen de buen gestor, confrontado con el desastre de Bartomeu, un organigrama perfectamente planificado desde hace años, y el aval de Xavi Hernández. Por eso las encuestas le auguraban un futuro prometedor... hasta que Laporta por fin se decidió a competir por la poltrona. Con su carisma, y el recuerdo de los buenos tiempos.

Freixa ofrece el ‘gancho’ de 250 millones para fichar a tres ‘cracks’ y Font el aval de Xavi, años de planificación y la imagen de buen gestor