Barakaldo 0

Arenas 0

BARAKALDO: Rabanillo, Estrada, Iriondo (Min. 86, Bengoetxea), Vargas, Julen López, Carles Marc (Min. 74, Aparicio), Jurgi Oteo (Min. 67, Urkiza), Ribeiro, Obolskii, Jurado (Min. 67, Doncel) y Seguín (Min. 86, Goñi).

ARENAS: Carrio, Gabilondo, Jaume Pol, Uranga, Murua, Celihueta, Leandro (Min. 79, Arzuaga), Rementería, Pradera (Min. 88, Iván Alonso), Rafita (Min. 66, Altube) y Vieites (Min. 88, Estrada).

Árbitro: Fernández Pérez, asturiano. Expulsó a Rementería (Min. 77) y a Celihueta (Min. 91), ambos por doble amarilla. Mostró cartulinas amarillas a Vargas, Jurgi Oteo y Leandro.

Incidencias: Puerta cerrada en Lasesarre.

El marcador de Lasesarre se quedó a cero sin que Barakaldo ni Arenas lograran mejorar sustancialmente su situación. El equipo fabril demostró que le va a costar un mundo hacer gol -tuvo quince minutos finales con superioridad y sin acierto- y obtuvo un exiguo punto: el primero de quince en su casillero, con el que continúa como farolillo rojo. El Arenas, tras obtener ante el Laredo su primera victoria, se llevó un punto que sabe a mucho o a poco, según se lea un partido en que se quedó con dos hombres menos por las expulsiones de Rementería y Celihueta.

El derbi comenzó con el dominio del Arenas, que en los primeros minutos lo intentó con un disparo flojo de Rafita y con un remate demasiado cruzado de Jaume Pol tras recibir un balón al espacio de Kepa Vieites. El extremo fue una pesadilla para Dani Estrada y protagonizó un buen número de jugadas. Un centro suyo no lo remató Pradera por poco y antes del descanso otro servicio se quedó sin rematador. El Arenas no solo se mostró incisivo por la izquierda. Leandro, desde la derecha, también lo intentó con un disparo desde la frontal, tras pérdida local, y con un zurdazo escorado que detuvo bien Rabanillo. El Barakaldo, deseoso de estrenar su casillero de victorias en un Lasesarre con lavado de cara que ayer acogía su primer partido en más de ocho meses, fue de menos a más y le costó desperezarse. Uranga y Obolskii apenas pudieron conectar con los jugadores de banda y la mayor parte de las veces hacían la guerra por su cuenta con nulo éxito. Hubo que esperar a los minutos previos al descanso para ver algo reseñable: Unos centros que obligaron a Carrio a sacar los puños y una jugada del delantero ruso, que tras recortar de espaldas a Jaume Pol, cedió a Seguín, pero el remate se fue al cuerpo de un defensor rival.

Sin embargo, en la segunda mitad siguió el dominio visitante. A un disparo alto de Celihueta le siguió una clara oportunidad para Rementería, que cabeceó desviado en el segundo palo un centro de Gabilondo. El lateral se quiso sumar a la fiesta y probó fortuna con un zurdazo desde la frontal que se fue a las nubes.

Asedio sin premio

Igual que en la primera mitad, el Barakaldo se fue despertando y, más por impulsos que por fútbol, fue metiendo a los de Olaizola en su campo. Ribeiro, el jugador más activo a partir de entonces, probó con un par de disparos desde la frontal que salieron a la derecha de Carrio. Seguín, que había desaprovechado una buena internada por la izquierda, hizo lo propio con un disparo que salió cruzado a la izquierda de la meta. A falta de trece minutos llegó la expulsión de Rementería, que vio dos amarillas en pocos minutos. Con un jugador más, el Barakaldo se volcó sobre la portería de Carrio para lograr los primeros tres puntos. Hasta cinco córners llegaron a sacar los fabriles en los minutos finales. Aparicio, en uno de ellos, cabeceó desviado en el primer poste. Ribeiro, con una volea desde el segundo palo que salió por milímetros; Vargas, cabeceando para que Carrio evitara el gol con una gran estirada y Julen López, con otro remate que sacó Murua bajo palos, lo intentaron sin éxito. Tanto esfuerzo para lograr un punto. Un punto de quince.