Tras una estrepitosa derrota frente al Shakhtar (2-3) y un agónico empate ante el Mönchengladbach (2-2), el Real Madrid recibe la tercera jornada de la fase de grupos de la Champions League inundado por la necesidad del presente y el compromiso con el pasado. La tropa de Zinedine Zidane acoge al Inter de Milán, a priori su mayor rival, en un clásico que se disputa 22 años después y en el que no estará Romelu Lukaku, el máximo exponente del ataque con 7 goles en otros tantos partidos esta temporada.

"Lo tomamos como una final", asevera Zidane. Una derrota dejaría al equipo en una situación comprometida, sin depender de sí mismo. A estas alturas, el Madrid ocupa la última posición del Grupo B, con 1 punto; el Inter, tercero, posee 2, empatado con el Mönchengladbach; mientras, el Shakhtar es primero con 4 unidades. "Conocemos al rival y es un partido complicado ante un equipo muy físico que juega bien al fútbol. Va a ser difícil", advirtió el técnico francés, sabedor de la urgencia de virar el rumbo.

El Madrid, en su competición fetiche, solo ha ganado uno de los últimos seis partidos. Ahondando en la llaga, citar que el gol de Casemiro que dio el empate frente a los alemanes evitó que el Madrid perdiera por primera vez en su historia en cuatro partidos consecutivos en Europa. La empresa de hoy es esquivar otro registro negativo histórico, cuatro partidos como local sin conocer la victoria. O sea, en juego está el optar a la clasificación para la siguiente fase y también el honor del club.

Raphaël Varane apeló al amor propio e incluso sacó pecho ante el reto de revertir la situación. El defensa dijo que "no hay que especular ni pensar" para poder vencer. Como si el Madrid se debiera dejar llevar por automatismos. Y es que a su juicio, el vestuario blanco goza del estímulo de un ambiente de presión. La tensión como acicate. "Los partidos con presión nos gustan", señaló.

El entrenador del Inter, Antonio Conte, también expuso las necesidades de su plantel, que está rindiendo por debajo de las expectativas. "No será un paseo, vamos a sufrir y estamos preparados para ello", garantizó. Asimismo, dejó entrever que sus pupilos saldrán con valentía al césped. "No nos vamos a meter en una esquina a recibir golpes. Vamos a afrontarlos sin temor a ninguno, como siempre", subrayó. Además, se refirió a sus opciones de haber entrenado al Madrid. "Estuve muy cerca en un par de momentos, pero pensé que la temporada ya había iniciado y hubiera sido complicado", zanjó.

Ayer se conoció el positivo por coronavirus del central del Madrid Eder Militao.

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