QUIÉN será, en esta temporada extraña y rocambolesca que se avecina, el rey de Roma que por la puerta del Athletic asome? Se habla a raudales sobre los aspirantes a la corona que el año pasado lució Raúl García, dicho sea con permiso de Unai Simón. No en vano, el navarro es un vasco forjado "en piedra blindada", que diría el poeta. El año pasado se sentó en el trono con 15 goles como otros tantos tesoros y un espíritu indomable y no parece que decaiga su poder, pero en la familia Athletic se aguardan nuevos nombres. En los últimos años los dos príncipes más nombrados han sido Iker Muniain e Iñaki Williams, pero ambos han perdido parte del empuje que les colocó en el salón de nobles. Con un par de temporadas así, los nombres no arrastran pese a que aún se espera de ellos un despertar.

A falta de una campaña de conquista en Europa las dos finales pendientes, Copa y Supercopa, son las tierras pendientes. Mientras llega la hora, la corte rojiblanca busca su valido. Aspiran a enamorarse con nueva sangre azul y hay un puñado de nombres que retumban. La irrupción de Jon Morcillo y Oier Zarraga en las justas de verano ilusionan. Oihan Sancet y Asier Villalibre dejaron un buen sabor de boca en el adiós. Vencedor galopa hacia el castillo y anuncian la llegada de gente de otras tribus. El pueblo pide a Gaizka Garitano que sea valiente. Quieren ver un nuevo Athletic. El viejo les dejó ni fu ni fa.