El Bayern ridiculizó a un Barcelona indefenso con un 2-8 inapelable que volvió a hacer presentes los fantasmas europeos del conjunto azulgrana de las últimas temporadas.

En la primera parte el Bayern fue una apisonadora para el Barcelona y en el minuto 31 ya vencía por un contundente 1-4 (Müller por partida doble, Perisic y Gnabry) a causa de su implacable efectividad ante la portería rival, de una defensa azulgrana endeble y de las constantes pérdidas de los de Quique Setién en la salida del balón.

Aun así, el Barcelona gozó de varias ocasiones de gol para evitar que el resultado fuera tan definitivo en la media parte. Pero ni Suárez en un mano a mano ante el portero ni Messi después de una gran jugada individual consiguieron perforar la meta de Neuer, quien sí fue batido por su compañero Alaba al despejar de forma defectuosa un centro de Alba.

La esperanza regresó en el minuto 56, cuando un recorte de Suárez ante Boateng lo dejó solo dentro del área para fusilar a Neuer y recortar distancias. Pero el sentimiento duró poco.

En el 63, Alphonso Davies se inventó una jugada extraordinaria por la banda izquierda que dejó retratado a Semedo y cedió la pelota a Kimmich para que tan solo la tuviese que empujar para hacer el quinto. En el 82, Lewandovski puso el sexto con un remate de cabeza y Coutinho, cedido por el Barcelona al Bayern, culminó la goleada con el séptimo y el octavo en el 86 y el 89, respectivamente.

DEBACLE HISTORICA

Sergi Roberto y Ter Stegen fallaron, pero la inseguridad era general. El Bayern se tomó un respiro para volver en el segundo tiempo con el mismo ritmo, una diferencia física que impidió al Barça apretar como para amenazar con la remontada. A la fiesta bávara faltaba Lewandowski y el polaco marcó pero en fuera de juego.

La reacción de Setién en el descanso fue dar entrada a Griezmann, pero el francés apenas participó como en el resto de la temporada. Fue Luis Suárez, en otra jugada a la espalda, quien recortó con el 2-4 a media hora del final. El gol activó de nuevo la máquina de Flick y con un jugadón, Davies dio el 2-5 a Kimmich.

El golpe alemán dejó minutos como los primeros, asediado, superado en cada costado, en cada carrera, y achicando con desesperación un Barça de escayola. Cabizbajo encajó los goles de Lewandowski y Coutinho, doblete como jugador cedido por los catalanes para mayor inri (2-8). Así se despidió el equipo de Setién, quien sustituyó a Ernesto Valverde a principios de año y queda muy en el aire después de empeorar a un Barça con una temporada en blanco 12 años después.