Más de trescientos policías integrarán el dispositivo de seguridad especial diseñado por la Delegación del Gobierno para evitar que esta noche se produzcan aglomeraciones de aficionados en la fuente de Cibeles en el caso de que el Real Madrid se proclame campeón de Liga, circunstancia que se dará si vence hoy en Valdebebas al Villarreal, independientemente de lo que haga el Barcelona, que está a cuatro puntos de distancia y tiene el golaverage particular perdido con el equipo merengue.

El delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, ha pedido “máxima responsabilidad” a todos los aficionados para que no se lleven a cabo las tradicionales celebraciones en este punto ni en “ningún lugar de Madrid” y sí lo celebren desde “sus casas”, en los “balcones y ventanas”.

Sin embargo, para los que acudan a Cibeles se les va a exigir “todas las medidas de seguridad” como el uso obligatorio de mascarilla”. Se va a establecer un perímetro que puede alcanzar desde Colón hasta la Puerta de Alcalá, e incluso hasta la plaza de Neptuno, y el control será “muy escrupuloso”. “Va a ser un cordón lo suficientemente amplio como para que no se agolpe gente en las vallas desde fuera esperando que puedan ver la plaza de Cibeles. En tercer lugar el aforo va a ser muy limitado. No vamos a correr absolutamente ningún riesgo”, ha añadido.

También el Real Madrid, a través de un comunicado oficial, pidió a sus socios y aficionados que no acudan a la plaza de Cibeles para evitar “riesgos de contagio”.

Quien no está para celebraciones, de momento, es Zinedine Zidane. El técnico del Real Madrid no quiere confianzas y calificó el duelo ante el Villarreal como “el partido más difícil”, y pidió a sus jugadores que no les afecte el “ruido” que hay alrededor.

“Tenemos un partido y hay mucho ruido alrededor del equipo de celebración y vacaciones. Tenemos que enfocar nuestra energía en el partido y nada más porque al final se habla mucho fuera pero todos los que estamos aquí pensamos únicamente en el Villarreal”.

Es el título más deseado por el técnico francés, que por encima de las tres Champions consecutivas siempre escoge la Liga como el de mayor dificultad. La firmeza de su Real Madrid tras el parón, sin poder contar con Eden Hazard en plenitud física, prescindiendo de jugadores que debían tener otro rol como Gareth Bale o James Rodríguez, con lesiones en ataque que dejaron a Karim Benzema como único 9, reivindica la figura del técnico francés.

La gestión de Zidane volteó la situación respecto al Barça, líder antes de la pausa sanitaria, y la firmeza mostrada en resultados deja en manos del Real Madrid sentenciar el título en la penúltima jornada ante Villarreal en el estadio Alfredo di Stéfano.

El Barça ante la derrota. El delantero uruguayo del Barcelona Luis Suárez da la Liga por perdida y asume la responsabilidad del equipo. “La Liga la dejamos escapar nosotros mismos. Dependíamos de nosotros; no hay que buscar ninguna excusa”, declaró en una entrevista al Mundo Deportivo. En contraste, el entrenador del equipo azulgrana trató de poner ayer paños calientes al fracaso. “Asumo mi parte de responsabilidad, pero no totalmente. Tampoco siento que haya hecho tan mal las cosas por haber empatado tres partidos. Le daría mas mérito al rival por haberlo ganado todo, que eso sí es más difícil”, comentó Setién en la previa al partido ante Osasuna.