STA noche vuelve LaLiga, pero sin aficionados en las gradas. No habrá, por el momento, rastro alguno de acalorados y entregados hinchas en los estadios. Tampoco de sesudos analistas del juego, ni segundos y terceros entrenadores sentados en sus respectivas butacas. Faltará, por tanto, un ingrediente básico en la receta de cada partido, pero las circunstancias obligan a reinventarse y adaptarse. Al menos, durante las próximas semanas, en las que los seguidores del Athletic, al igual que el resto de aficiones, tendrán que conformarse con ver a sus jugadores a través de la televisión. Extraño, muy extraño. Sobre todo, cuando las flechas del calendario apunten a La Catedral, donde los pupilos de Gaizka Garitano volverán el domingo a la acción con el Atlético de Diego Simeone como primer rival. “Se nos hará raro al no haber público en el campo y tener que romper la rutina de bajar a San Mamés, tomarnos unos potes, comer un bocadillo y todo eso, pero al mismo tiempo hay ganas de que vuelva el fútbol para evadirnos un poco de todo lo que hemos tenido últimamente”, relata a DEIA Aitor Pereira, presidente de la Agrupación de Peñas del Athletic, desde la cual no se ha organizado nada “en principio” dada la dificultad de “organizar algo concreto con la gente” y la importancia de seguir siendo “prudentes” como sociedad.

“Si la gente que entiende de ello nos dice en un momento dado que podemos volver a entrar a San Mamés, lo haremos en las condiciones que nos digan y eso significará que se sigue recuperando la normalidad poco a poco, aunque también resultaría extraño seguramente si es con un aforo limitado y solo se puede ocupar un tercio del campo, por ejemplo”, expone asimismo Pereira, convencido de que los rojiblancos añorarán sobremanera el ambiente del coliseo bilbaino, pues “San Mamés siempre es un plus para el equipo y que no haya gente se va a notar. Las estadísticas de la Bundesliga ya lo reflejan al haberse dado muchos resultados favorables a los equipos visitantes, pero esperemos que el equipo esté bien, se adapte a las nuevas circunstancias y lo haga lo mejor posible para intentar competir en Europa la temporada que viene”. De la misma opinión es Joseba García, presidente de la Peña Deusto, quien resalta que los pupilos de Garitano van a notar muchísimo la ausencia de la gente y ojalá me equivoque, pero creo que no vamos a sacar buenos resultados de aquí a final de liga, porque tener el campo vacío nos perjudica mucho más que a otros equipos que están acostumbrados a jugar en ambientes más fríos y con menos público”.

Frío, helado, ha dejado a Joseba el modo en el que se va a reanudar la competición al defender que “el fútbol debe jugarse con los campos llenos, en horarios dignos y no así, porque se lo están cargando dejando al aficionado como si fuera un cero a la izquierda”. “Para nosotros, de hecho, esta liga está terminada y no nos vamos a juntar como peña para ver el partido contra el Atlético al haber un sector de la misma al que no le gusta que vuelva el fútbol sin público”, añade Joseba, quien subraya que “no entra dentro de los parámetros de lo que entendemos que es este deporte y, como tampoco podemos juntarnos mucha gente al tener que mantener las distancias de seguridad y tener que ver el partido con mascarillas, hemos decidido que cada uno lo vea por su cuenta”.

David Iglesias, al frente de la Peña Goitiko Taldea, sobre la que Deia.eus hará un seguimiento en directo con ellos el domingo, dentro de un amplio despliegue de cobertura del partido, también apunta que “un partido sin público no parece fútbol”, pero asegura que el colectivo que lidera sí se juntará el domingo para disfrutar o sufrir en compañía con los leones, si bien advierte que “el fútbol se ve en San Mamés”. “Por televisión no me gusta verlo mucho y se me va a hacer muy raro tener que seguir los partidos así. Esperemos que sea para pocos meses”, sostiene Iglesias, a quien las iniciativas para dotar de un ambiente virtual a los estadios le parecen “una americana” al considerarlo “demasiado artificial”. “Esto es un negocio, se mueve muchísimo dinero con las televisiones y los aficionados cada vez pintamos menos, esa es la realidad”, lanza el propio Iglesias, que tiene claro que el Athletic “va a ser el equipo más perjudicado de la liga por jugar sin su gente, porque el equipo necesita a la afición y no hay otro campo en la competición en el que se empuje tanto como en San Mamés. Cuando el equipo juega fuera también se mueve mucha gente y eso lo van a notar los futbolistas en los desplazamientos”.

Acostumbrados a no poder acercarse con asiduidad hasta San Mamés, los miembros de la Peña Gainza de Minglanilla, en Cuenca, también opinan que los bilbainos sufrirán el impacto negativo de no disponer del aliento de La Catedral en cada cita como locales. “Nuestros jugadores lo van a notar mucho, porque el aficionado del Athletic ruge y vive mucho ese sentimiento que todos tenemos. Ahora es el turno de ellos, tienen que dar un paso adelante, luchar por todos los aficionados que no van a poder estar con ellos y entrar en Europa; yo soy optimista”, subraya Alberto Mora, presidente de una peña que acostumbra a ver los encuentros del Athletic en un local al que no podrán acceder el domingo por culpa del coronavirus, por lo que deberán recurrir a un plan alternativo para ver a los leones. “No podemos utilizarlo para ver el partido, nos lo ha advertido el alcalde y cada uno, por tanto, lo verá por televisión en su casa o desperdigados en bares como uno en el que hemos reservado dos mesas de una terraza para juntarnos unos diez peñistas”, informa Mora.

“Íbamos a ir a los partidos de fuera de casa contra el Valencia y el Levante al ser dos campos que tenemos a una hora de aquí y, aunque no podremos entrar, al menos tenemos pensado acercarnos hasta allí e ir a la puerta del hotel a animar a los jugadores”, avanza el presidente de la Peña Gainza de Minglanilla, convencido, también, de que “un partido sin público no es fútbol, no se siente”. Regresa el fútbol y lo hace sin el aroma de San Mamés.