barcelona - La protesta convocada por la plataforma anónima Tsunami Democràtic con motivo del clásico apenas incidió en el Barça-Real Madrid, si bien derivó en disturbios en la calle, donde grupos de radicales encendieron barricadas y los Mossos d'Esquadra cargaron contra ellos.

En los disturbios, que aminoraron coincidiendo con la salida de los más de 90.000 espectadores del estadio barcelonista una vez acabado el partido, aunque luego se reprodujeron más lejos del Camp Nou, los Mossos detuvieron al menos a nueve personas y otras 46 resultaron heridas, todas ellas de carácter leve. Dos mossos resultaron heridos de gravedad y 53 de carácter leve en los disturbios en los alrededores del Camp Nou.

Desde primera hora de la mañana, los Mossos desplegaron un amplio dispositivo, con más de 3.000 efectivos, en su mayoría de la seguridad privada del club azulgrana, que permitió que la llegada de los equipos, árbitros y aficionados al estadio azulgrana se llevara a cabo sin incidencias.

Tsunami Democràtic, que había convocado una protesta desde las 16.00 horas en las cuatro esquinas del estadio, reunió a las 17.00 horas a unas 5.000 personas, que llevaban cartulinas azules con el lema Spain, sit and talk (España, siéntate y habla), que hicieron visibles durante la disputa del clásico.

Los agentes de seguridad privada permitieron a los aficionados que entraran con estas pancartas, pero en cambio requisaron unas caretas con el rostro de Leo Messi, ya que la ley del deporte impide que los espectadores acudan sin mostrar su rostro.

Justo antes de comenzar el partido, a las 20.00 horas, buena parte de los 90.000 aficionados mostraron las pancartas con el lema de Tsunami Democràtic.

Posteriormente, en la segunda parte, algunos independentistas arrojaron pelotas amarillas sobre el césped, en una esquina del campo, lo que obligó a detener algunos segundos el partido mientras efectivos de la seguridad privada las retiraban del terreno de juego. Las cámaras de Movistar, que retrasmitían el partido, mostraron entonces un plano aéreo del Camp Nou hasta que las pelotas fueron retiradas.

cargas junto al estadio Con el clásico en marcha, grupos de radicales protagonizaron varios disturbios en los alrededores del Camp Nou, especialmente en la zona de Travessera de les Corts, donde levantaron y encendieron barricadas, destrozando algunas baldosas.

Los Mossos efectuaron varias cargas, en las que dispararon proyectiles de foam, para intentar que la situación no se descontrolase aún más, con vistas a la inminente salida de los más de 90.000 espectadores.

De hecho, desde el club azulgrana avisaron a los aficionados por megafonía para que salieran del estadio por los accesos del norte del Camp Nou, para así evitar que coincidieran con las barricadas encendidas en Travessera de les Corts.

En un primer momento, se acordó que, debido a la situación en esta vía, y por motivos de seguridad, los accesos 14, 15, 18 y 19, quedarían impracticables y no se podría salir por estas puertas. En algunos momentos, aficionados que salían del campo reprendieron a los pocos radicales que seguían en la zona que intentaran cruzar contenedores en la vía.

La situación se mantuvo tranquila mientras la mayoría de aficionados salieron sin problemas del estadio, aunque a partir de las 23.00 horas se volvieron a producir escenas como la quema de contenedores y disturbios en Travessera de les Corts junto a Carlos III, en una zona ya más alejada del estadio barcelonista.

En estos disturbios, un grupo de violentos arrojó un cóctel Molotov contra la línea policial. En los disturbios, al menos 46 personas han requerido atención sanitaria, todas ellas de carácter leve, de las que ocho han tenido que ser trasladadas a un centro médico. Los Mossos detuvieron a nueve radicales por desórdenes públicos y por atentado a la autoridad. - DEIA/Efe