londres - La final de la Europa League escenificará en Bakú (Azerbaiyán) uno de los clásicos derbis londinenses entre el Chelsea de los vascos Kepa Arrizabalaga y César Azpilicueta y el Arsenal, entrenado por el guipuzcoano Unai Emery, con el objetivo de terminar con éxito la temporada en un partido marcado por la ausencia del futbolista armenio Henrik Mkhitaryan por motivos políticos y de seguridad.

El que más presión tiene para hacerse con este título europeo es el Arsenal, que además se juega la clasificación a la Champions del año que viene, un privilegio que ya logró el Chelsea a través de la Premier League.

Los de Unai Emery no cumplieron con el objetivo del inicio de temporada de terminar entre los cuatro primeros en la liga inglesa y ahora se lo jugarán todo a una carta, la más complicada, porque supone la obligación de levantar un trofeo.

Aunque en su camino a la final los Gunners han mostrado un currículum casi impecable. Pasaron un grupo sencillo quedando invictos ante Qarabag, Vorskla Poltava y Sporting de Lisboa. Remontaron al Bate Borisov en dieciseisavos, al Stade Rennais, en octavos y demostraron contundencia al arrollar al Nápoles en cuartos de final. Ni siquiera el Valencia les puso en problemas, y el Arsenal goleó en la ida y la vuelta para ganarse su billete a Bakú.

También tuvo un camino plácido el Chelsea, que sabía que esta competición era una prioridad y lo aprovechó. En su grupo no cedió ni una sola derrota ante el Mol Vidi, el Paok de Salónica y el Bate Borisov, antes de pasar fácil ante el Malmoe en dieciseisavos.

Dinamo de Kiev y Slavia de Praga fueron sus víctimas hacia semifinales, donde el Eintracht de Frankfurt fue el obstáculo más complicado, teniendo que recurrir a los penaltis para pasar a la final.

Con ambos equipos ingleses en la final, todo lo que rodea a Bakú está cargado de polémica. Desde el lío con las entradas, con la UEFA entregando 6.000 a cada equipo en un estadio con capacidad para 68.000, hasta la ausencia de Mkhitaryan por motivos políticos y de seguridad.

El armenio será la gran baja de un partido que ha puesto en duda el criterio del organismo europeo para elegir las sedes, ya que Mkhitaryan no estará en Bakú por las relaciones inexistentes entre su país y Azerbaiyán.

Mkhitaryan se unirá a los ausentes Aaron Ramsey, Héctor Bellerín, Rob Holding, Danny Welbeck y Denis Suárez, todos lesionados.

Por parte del Chelsea, parece que N’Golo Kanté, que se perdió los últimos encuentros de los Blues por una lesión, estará disponible, mientras que Ruben Loftus-Cheek, Antonio Rudiger y Callum Hudson-Odoi serán baja por problemas físicos.

Podría ser además el último partido con el Chelsea de Eden Hazard, ya que casi todo el mundo da por hecho que su próximo destino será el Real Madrid. Incluso el presidente del club blanco, Florentino Pérez, aludió en una entrevista en el Transistor de Onda Cero a un interés en fichar al jugador del Chelsea, admirado desde hace muchos años por el técnico blanco, Zinedine Zidane.

Por su parte Unai Emery aseguró que el Arsenal tiene que estar “entre los diez mejores equipos del mundo” y que su objetivo es conseguirlo.

Y además recordó que la clasificación para la próxima edición de la Liga de Campeones es otro objetivo importante para el Arsenal.

El técnico guipuzcoano podría conseguir su cuarta Europa League, tras levantar tres con el Sevilla. - DEIA/Efe