barcelona - “Messi dijo que quería recuperar esta copa y me pareció una amenaza, pero nosotros también queremos pasar a la final”. Así se expresó Jürgen Klopp, el técnico alemán del Liverpool, en la rueda de prensa previa al gran partido que se intuye hoy en Camp Nou, para muchos la final anticipada del torneo. El respeto es mutuo. Ernesto Valverde por su parte advirtió sobre “esos arrebatos de quince minutos (del Liverpool) en los que intenta agobiarte y muchas veces lo consigue”.

Lo cierto es que el Barça llega a este momento culminante en su momento más dulce de la temporada y con los cinco sentidos (y Messi en plena forma) puestos en la soñada final.

El conjunto azulgrana, que ha dosificado esfuerzos las últimas semanas llega con el título de liga en el zurrón, logrado el pasado sábado en el Camp Nou ante el Levante y con la final de Copa aparcada hasta dentro de un mes, no alcanza la finalísima europea desde 2015, cuando derrotó a la Juventus en el Olímpico de Berlín (3-1).

Para repetir el éxito, Valverde cuenta con toda su plantilla salvo Rafinha Alcántara, con una grave lesión de rodilla que le ha tenido prácticamente parado todo el curso. Gracias a ello, el preparador extremeño ha ido administrando los minutos de la columna vertebral del equipo durante los últimos partidos y su Barça llega a la cita más descansado que nunca. Empezando por su gran estrella, Leo Messi, que en el último encuentro liguero ante el equipo valenciano empezó de nuevo en el banquillo.

Por tanto, Valverde podrá alinear ante el Liverpool su once de gala, con la única duda de quién será el tercer hombre que acompañe a Messi y Luis Suárez en la punta de ataque: si el brasileño Philippe Coutinho o el francés Ousmane Dembélé. Aunque parece que el primero, que solo jugó la primera parte del último partido de Liga, parte con ventaja.

En cualquier caso, el momento parece propicio para que el Barça apee por fin a los Reds de una eliminatoria europea, algo que no consiguieron en las tres ocasiones precedentes (en las semifinales de la Copa de la UEFA 1975-76 y 2000-01 y en los octavos de final de la Champions 2006-07).

El Liverpool, por su parte, llega a la cita enfrascado en la lucha por la Premier League y con el sueño del doblete aún vivo. Pero eso también le está desgastando. Sus opciones domésticas se reducen cada día y la posibilidad de romper la maldición que atormenta Anfield desde hace 30 años es cada vez más remota.

La resistencia del Manchester City a caer les ha dejado a dos partidos de perder el título y dependientes de lo que hagan los celestes. Por ello, la opción de aferrarse a la Champions cada vez suena con más fuerza en el norte de Inglaterra.

La mejor noticia para los de Jürgen Klopp es que pueden contar con todos sus efectivos. Roberto Firmino se perdió el choque ante el Huddersfield Town del fin de semana pasado por un problema muscular, pero ya parece recuperado para el choque de hoy. Incluso Alex Oxlade-Chamberlain, que disputó ante el Huddersfield sus primeros minutos de la temporada, está ya recuperado para la causa, aunque su inclusión en el once inicial es utópica.

Salah y Mané en racha Mohamed Salah y Sadio Mané llegan a la cita enrachados, con 21 y 20 goles respectivamente en la Premier, comandando la Bota de Oro de la liga inglesa. Alisson Becker también está de enhorabuena después de que el triunfo por 5-0 ante el Huddersfield supusiera su encuentro número 20 imbatido en esta temporada en la Premier, lo que supone el récord de la entidad, igualando a Pepe Reina.

Después de una desastrosa fase de grupos fuera de casa en la Champions, cayendo en las tres salidas que protagonizaron ante Paris Saint Germain, Estrella Roja y Nápoles, el Liverpool recondujo el rumbo con triunfos holgados ante el Bayern de Múnich (1-3) y el Oporto (1-4). El Barcelona es un obstáculo mayor y nada tendrá que ver con las semifinales del año pasado ante la Roma.

La solidez defensiva que aporta el mejor jugador de la Premier, Virgil Van Dijk, y el meta Alisson, confieren al vertical contraataque de Klopp la retaguardia perfecta.