IRUÑEA. Mai Garde (Iruñea, 1987) fue una de las jugadoras de Osasuna que el pasado domingo derrotaron al Eibar ante un estadio de El Sadar repleto, con 10.250 espectadores, en un partido que era vital para las navarras para mantener sus aspiraciones de ascenso a la Liga Iberdrola.

Y en ese partido, en la grada de El Sadar, se encontraba José Luis, el padre de Mai, con una camiseta muy especial, la de Osasuna con el nombre de su hija, que ésta le había regalado horas antes por su cumpleaños. El emotivo vídeo de ese momento muestra a José Luis rompiendo a llorar en brazos de su hija. Casi tres millones de personas lo han reproducido en Twitter y 40.000 lo han reenviado.

Pregunta: ¿Qué sentiste al saltar al césped de El Sadar y ver el estadio lleno?

Respuesta: La verdad es que son momentos increíbles y muy especiales. Son difíciles de creer. Salir al campo y ver a 10.000 personas que están esperando a que se pite el inicio del partido, que han bajado para animar al fútbol femenino y a Osasuna, la verdad es que son momentos muy especiales.

P: ¿Te resultó difícil controlar los nervios en ese momento?

R: Sí. Más que difícil, es inevitable. No estamos acostumbradas a jugar en un estadio y menos ante tanta gente. Pero todas las sensaciones y todos los sentimientos que tenemos del domingo son todos buenos, al final es algo muy bonito y ha sido muy especial para nosotras e imposible de olvidar.

P: ¿Para una futbolista de Pamplona es un sueño jugar en El Sadar?

R: Por supuesto, es un sueño que desde pequeña lo tienes ahí, pero sabes que es imposible de cumplir. Siendo mujer y futbolista, tienes muchas más trabas en la vida y es un sueño cumplido que jamás voy a olvidar.

P: ¿Estamos en un momento de punto de inflexión para el fútbol femenino?

R: Por supuesto. El fútbol femenino lleva ya tres años que va hacia arriba y creo que es imparable. Todos los equipos tienen que apostar por tener una sección femenina, porque está demostrado que a todas las mujeres nos gusta jugar al fútbol. Ahí están los estadios, cada vez nos apoya más gente y, si nos dan visibilidad, nosotras también respondemos en el campo.

P: Fue además un partido jugado dos días después del 8M. Imagino que para vosotras también tuvo una significación especial.

R: Sí. Creo que se juntaron todos los ingredientes para que fuera un día inolvidable. La reivindicación de la mujer, en el estadio de El Sadar, ante tanta gente, y en el tema deportivo también, lo que nos jugábamos en el césped.

P: Y si ya era un día bonito, el vídeo de tu padre recibiendo de regalo la camiseta con tu nombre se ha hecho viral. ¿Cuándo fuiste consciente de ello?

R: Estos días he sido más consciente de todo lo que pasó. El domingo tenía en la cabeza el partido, que para nosotras era vital, era una final. Por la mañana lo subí a Internet sin ninguna intención de que se hiciera viral. La idea es que se viera el orgullo de padre que tengo y lo orgullosa que estoy de él. Estuve todo el día sin apenas mirar el móvil. Era un día para celebrarlo con mi familia, con mis compañeras, y ha sido los días después que he sido más consciente de que ha dado la vuelta al mundo.

P: ¿Te sorprendió que se echara a llorar?

R: No, porque le conozco y sé lo que siente por sus hijas y sabe lo que me ha costado llegar hasta aquí. No es solo toda la trayectoria deportiva que he tenido, sino que ahora mismo estoy cumpliendo un sueño, que es jugar en el equipo de mi tierra, estoy jugando además en el equipo de sus colores y el domingo creo que se juntó todo para que fuera un día perfecto y un regalo perfecto.

P: ¿Alguna de tus hermanas juega también al fútbol?

R: Sí, una de mis hermanas lo dejo hace ya un par de añitos. Mi padre lleva toda la vida llevándonos a las dos a jugar al fútbol y él siempre ha peleado con nosotras para que hagamos lo que nos hace felices. Siempre nos ha apoyado en todo. Si yo sigo jugando al fútbol es en parte gracias a mi padre.