MADRID.- Real Madrid y Barcelona empataron 2-2 en la ida de la Supercopa de España en un clásico extraño e igualado en virtudes y errores. El Barcelona se fue al descanso con ventaja 2-1 sin merecerlo, después de que Villa y Messi voltearan el tanto inicial de Mesut Özil. En la segunda mitad, Xabi Alonso puso el empate, por lo que el primer título de la temporada en España se decidirá el miércoles en el Camp Nou.

La primera parte se resume así: el Real Madrid fue mejor, pero el Barcelona fue al descanso ganando 2-1. Así es este Barcelona, un equipo capaz de ganar a cualquiera, incluido su mayor rival, haciendo poco. Llegó dos veces al área e hizo dos tantos. A eso ayuda tener futbolistas como David Villa o Lionel Messi.

El Barcelona presentó una alineación sin Gerard Piqué, Carlos Puyol, Sergio Busquets y Xavi Hernández. Es decir, no fue el Barcelona. Ni en identidad ni en juego. La defensa, con Eric Abidal y Javier Mascherano, ni quitó ni sacó el balón jugado.

El Real Madrid se tomó el encuentro muy en serio, yendo a buscar al Barcelona a su área. José Mourinho, su técnico, alineó al mismo equipo que el 29 de noviembre perdió por 5-0 ante el Barcelona, pero la respuesta deportiva fue muy diferente. A los nueve minutos, Víctor Valdés sacó milagrosamente un remate de Benzema cuando el Bernabéu cantaba el gol. No hubo que esperar mucho más para ver el primer tanto del Real Madrid. Benzema le hizo un lío a Abidal y sirvió un gran balón hacia Özil, quien definió con calidad.

El Real Madrid siguió dominando ante un Barcelona incapaz de sacar el balón jugado desde atrás. Pero el paso de los minutos corrió a favor de los azulgranas y en contra de los blancos, que cada vez llegaban más tarde en la recuperación. Aunque el Barcelona alcanzó el empate antes de merecerlo. Sucedió a los 35 minutos, con un espectacular disparo de Villa que entró por la escuadra izquierda de Casillas.

Si ese golpe fue duro para los blancos, quedó en poca cosa con lo que ocurrió a un minuto del descanso. El Barcelona sacó una falta rápido, el Real Madrid se distrajo, Messi agarró un balón, un defensor resbaló y el argentino definió delante de Casillas. El Bernabéu se quedó helado a pesar de la sofocante noche madrileña. El Real Madrid acusó el mazazo moral y pareció perdido en el comienzo de la segunda mitad, mientras el Barcelona se parecía más a sí mismo.

Pero sucedió que el equipo azulgrana sufrió lo que él mismo había celebrado poco antes: marcó el equipo que no lo merecía. A los 54 minutos, el conjunto blanco aprovechó un saque de esquina que el Barcelona defendió muy mal. El balón le llegó a Xabi Alonso, que marcó con un preciso disparo cruzado. Y como el fútbol tiene estas cosas, el Real Madrid pasó a ser el dominador. Guardiola intentó que su equipo reaccionara incluyendo a Xavi y Piqué, pero el Barcelona permaneció en la sombra mientras Cristiano Ronaldo aumentaba su presencia en el área azulgrana. Al Real Madrid le sobró ansiedad al llegar al área, pues malogró las ocasiones antes del último pase. La presencia de Piqué adecentó el centro de la defensa del Barcelona, aunque el equipo azulgrana le siguió faltando juego en la medular. Le queda tiempo para mejorar su tono físico.

El final del encuentro se le hizo largo a los dos conjuntos, que casi se fueron satisfechos con el resultado. No fue un mal clásico para abrir la temporada y las tablas permiten augurar un gran partido para el miércoles. Al menos en emoción.