Un ataque contundente y un vuelo rasante en solitario llevaron al alemán Lennard Kamna (Bora Hansgrohe) a conquistar la primera etapa alpina, impidiendo el sueño del ecuatoriano Richard Carapaz (Ineos), segundo en una jornada tranquila para los favoritos, que llegaron a meta a 16.49 minutos con Primoz Roglic de amarillo.

Un mazazo para Carapaz, el más combativo de la jornada, pero el ganador del Giro 2019 se encontró con un hueso duro de roer, Lennard Kamna, una joya del ciclismo alemán de 24 años que apunta alto. Le cerró el pasó con un ataque fulminante en el penúltimo puerto imposible de responder.

Kamna entró puño en alto para estrenar su palmarés en la decimosexta etapa del Tour, que empezó en La Tour du Pin y finalizó en Villard de Lans tras cubrir 164 kilómetros en 4h.12.52. Carapaz se persignó antes de entrar, con los brazos fuera del manillar, a 1.27 minutos. Una frustración para su equipo después del "palo" de perder a Bernal para la general.

El grupo principal se animó un poquito en los últimos 2 kilómetros de ascenso ante los amagos de Pogacar, pero solo fueron fuegos artificiales. Hubo bandera blanca, a pesar de un último arreón de Superman López. El retraso fue de 16.49 minutos.

Sin cambios en la general. Roglic de patrón, seguido por su compatriota Tadej Pogacar a 40 segundos y por el colombiano Rigoberto Urán a 1.34. En menos de 1 minuto entre ellos esperan acontecimientos López, Adam Yates, Richie Porte y Mikel Landa. Más alejado, a 3.16 del líder, Enric Mas.

ESCAPADA MULTITUDINARIA, LOS FAVORITOS DESCANSAN

La entrada en los Alpes se la tomó con calma la alta jerarquía de la general, pensando en la etapa reina del miércoles con La Madeleine y llegada al Col de la Loze, donde cada uno tendrá que expresarse como pueda en un terrible e inédito ascenso. Con dificultades, pero se formo una escapada multitudinaria después de mil intentos.

La fuga de 18 se hizo con nombres destacados. Del Ineos 3 hombres liberados tras la debacle de Bernal, ávidos de momentos de gloria: Carapaz, Andrey Amador y Sivakov, el Bora colocó a Kamna, el Arkea de Quintana a Anacona y Barguil, del Movistar entraron Verona y Erviti para defender la clasificación por equipos y no podía faltar Pierre Rolland, en su lucha por la montaña.

En las dos primeras dificultades puntuó en cabeza Rolland empatando a puntos con su compatriota Cosnefroy por el maillot de puntos rojos. Las subidas al Col de Porte (2ª, 7,4 km al 6,8%) y de la Cote de Revel (2ª, 6 km al 8%) dejaron claro que la victoria estaba delante.

El pelotón del maillot amarillo se desentendió: acumulaba un retraso de 15 minutos a 45 km de meta. Atrás del todo apenas podía seguir el ritmo Egan Bernal, viva imagen del sufrimiento del campeón del año pasado.

CARAPAZ ATACA, KAMNA RESPONDE Y VUELA A META

Subiendo la dificultad más difícil de las 5 del recorrido, la Montée de Saint Nizier du Moucherotte (1ª,11,1 km al 6,5%), un ataque de Carapaz hizo la selección definitiva, llevándose a rueda a Alaphilippe, Kamna y Reichenbach, que neutralizaron al francés Pacher.

Sin protagonismo en el Tour por atender a Bernal, atacó Carapaz a 22 km de meta y a 2 de la cima, intento que se repitió hasta tres veces. La maglia rosa del Giro 2019 apretó los dientes, con rabia, pero tuvo la mala suerte de toparse con Lennard Kamna, quien no solo se soldó a la rueda del ecuatoriano, sino que le respondió con un despegue que resultó definitivo.

Carapaz ya no le volvió a ver el casco al alemán, ni el dorsal siquiera. Kamna bajó el puerto a tumba abierta, mantuvo en el llano medio minuto de ventaja y subió él solito los 2,2 km que le iban a colocar en el techo de Villard-de-Lans como ganador de su primera etapa en el Tour.

Así ganó hace pocas semanas una etapa en el Dauphiné en Mégeve, por delante de David de la Cruz, y así lo intentó en Puy Mary, pero el colombiano Daniel Martínez le cerró el paso. Esta vez la gloria fue para este chaval de Fredenbeck, otro ciclista de futuro. Y de pasado. Fue campeón de Europa contrarreloj júnior en 2016, subcampeón del mundo en ruta sub'23 en 2017 y ahora ya le conocen en la alta sociedad del ciclismo.

Este miércoles llega la etapa reina con un recorrido de 170 kilómetros entre Grenoble y Meribel Col de la Loze, meta de categoría especial instalada a 2.304 metros de altitud tras un ascenso de 21,5 km al 7,8 por ciento. Antes, otro coloso de la misma clase, La Madeleine (17 km al 8,4).

LANDA: "VOY A IR CON TODO, PERO SIN PERDERLO TODO"

El alavés Mikel Landa aseguró este martes que tratará de atacar en la etapa reina de este miércoles en el Tour de Francia, aunque descartó locuras para no perder su posición actual.

"Mi objetivo es estar en el podio, voy a ir con todo, pero pensando en no perderlo todo", dijo al término de la etapa de este martes, en la que entró en el grupo de favoritos.

El ciclista del Bahrain es séptimo a 2.16 del líder, el esloveno Primoz Roglic, pero a tan solo 42 segundos del tercer puesto, que ocupa el colombiano Rigoberto Urán.

Landa reconoció que los favoritos guardaron fuerzas para la jornada reina, en la que subirán dos puertos de categoría especial. El último, el inédito col de la Loze, alberga la meta.

"Todos estamos mirando la etapa de mañana. Esperemos que esté bien, el día de descanso me ha venido bien, espero estar bien mañana", aseguró el vasco.

"Son puertos de los pocos que hay en el Tour, que sobrepasan los 2000 metros, con un final muy difícil de gestionar, con rampas duras. Estoy seguro de que habrá daños". "El puerto de Madeleine se quedan las piernas y la última subida es muy dura, puede haber sorpresas", comentó.

ERVITI LO INTENTÓ

Imanol Erviti (Movistar), protagonista de la escapada del día, señaló la dureza del Col de Loze, que se ascenderá este miércoles como final de etapa, "un puerto brutal".

"¿El Col de la Loze?, precioso pero durísimo. Es una montaña espectacular, alta montaña, Alpes totales, preciosos y, parece que habrá un tiempo buenísimo. Me pareció durísimo, brutal. Para el ciclista pamplonés, de 36 años, se esperan días de ataques entre los hombres de la general.

"Llevamos un Tour muy duro, las fuerzas están muy justas y es un año muy, muy, raro. En etapas como la de mañana puede haber ataques individuales de gente de la general, pero también mañana y pasado son días buenos para mandar gente por delante y hacer un buen 'puente'", dijo.

Respecto a la etapa de este martes con final en Villard de Lans, Erviti lamentó no haber podido disputar la victoria con él y su compañero Carlos Verona, también en la fuga del día.

"Ha sido un día raro, con una salida dura, en la que el Bora podía preparar batalla para seguir peleando el maillot verde. Había que estar atentos y de ahí que hayamos también entrado nosotros dos en la escapada. Nos han dejado mucha ventaja, algo que no había ocurrido en este Tour, hemos intentado disputar y hecho todo lo posible", comentó.