O inesperado, lo imposible, la pesadilla rodeó a Agurtzane Elorriaga, directora del Bizkaia-Durango y a sus ciclistas en Holanda, donde iban a competir. Dispuestas a pedalear, les dio el alto la pandemia del coronavirus, desatada con su colmillo afilado. Las autoridades decretaron la prohibición de las carreras y entonces comenzó una odisea para el equipo. Era 13 de marzo. Viernes. El Bizkaia-Durango emprendió un alocado esprint para volver a casa y ponerse a salvo. "Todo esto nos pilló en Holanda. Queríamos correr en Bélgica y Holanda. Fuimos un jueves y el viernes nos tocó volver deprisa. Fueron momentos muy estresantes para todas. Tuvimos que encontrar, como pudimos, vuelos nuevos para las chicas. Cogimos lo que había", desliza Elorriaga sobre aquella odisea, una huida.

No quedaba otra, mandaban las prisas y el instinto de supervivencia. "El resto regresamos en los coches coches y la furgoneta sin apenas descansar. Del tirón. Teníamos que llegar sí o sí antes de las 12 de la noche para pasar a Irun porque no sabíamos si cerrarían las fronteras", recuerda la directora de la escuadra vizcaina. Ese fue el no inicio de campaña del Bizkaia-Durango, que aún no ha realizado la presentación oficial del equipo. El Sopela Women's Team que gobierna Francisco Pla sí pudo posar sobre la alfombra roja de los estrenos, pero después pedaleó en el aire. En suspenso. El covid-19 obligó el confinamiento de la población. "El estado de alarma nos pilló dos días después de la presentación del equipo".

Con la carretera cortada, la solución fue clavar las piernas sobre los rodillos. "Así que las corredoras han pasado el confinamiento haciendo gimnasia y rodillo", apunta Pla. "Se trataba de que perdieran lo mínimo posible", abunda Elorriaga, que sostiene que a pesar de los contratiempos, las ciclistas no comenzarán de cero. "Esto es ahora como una segunda pretemporada", matiza la directora del Bizkaia-Durango, muy ilusionada a pesar de que el equipo se enfrenta a un curso atípico. "Será una temporada más reducida, muy concentrada e intensa. Habrá que ir día a día e improvisar, porque nunca nos hemos enfrentado a algo así. Será complicado fijarse objetivos", subraya Elorriaga. "Al final el calendario da para medio mes desde mediados de julio a mediados de noviembre. Queda una temporada bonita. Más corta, pero más intensa. Eso sí, solo habrá tiempo para competir, competir y competir. En el aspecto competitivo a todos nos pasará lo mismo", añade Pla.

Minado el mundo por la incertidumbre, -"hasta hace un par de semanas no sabíamos si íbamos a competir", rememora Elorriaga- la ausencia de certezas marcará en buena medida la campaña. "Realmente no sabemos de qué punto partimos. Es un poco complicado, pero tenemos muchas ganas de empezar", relata la directora del Bizkaia-Durango. El carburante de la ilusión también engrana el motor del Sopela, donde "las chicas están deseosas de empezar. Ahora pueden entrenar mejor porque la época de estudios llega a su fin", alude Pla. Tanto el Bizkaia-Durango, que disputará el Giro en septiembre, como el Sopela competirán en las pruebas vascas, donde sobresale la clásica internacional Durango-Durango el 26 de julio, las estatales y partirán al extranjero.

medidas sanitarias

Viajar fuera de las fronteras, alojarse en hoteles y compartir pelotón requerirá según Elorriaga, "extremar las medidas sanitarias y mantener la distancias". "La salud manda, no hay que tomar riesgos", dice Pla. Entiende la directora del Bizkaia-Durango que los organizadores no reunirán a varios equipos en el mismo hotel como suele hacerse de manera habitual. "Lo lógico es que nos dispersen para evitar riegos. Y lo tengo muy claro, salvo cuando toque competir, el resto del tiempo usaremos mascarillas". "Está claro que evitar compartir espacio con huéspedes u otros equipos te das más tranquilidad. Fuera de la carrera estamos muy apartados. Vamos con nuestra furgoneta, nuestra gente y ya está. Las chicas compiten y de vuelta al hotel", incide el director del Sopela Women's.

Con el ánimo reforzado y el entusiasmo agitando la cuenta atrás para regresar a las carreras, el pelotón femenino quiere recuperar visibilidad. "Debido a que no había competición de ningún tipo por la pandemia, se ha hecho más caso a las mujeres deportistas estos días. Pero lo importante es que esa atención también se logre con el regreso a cierta normalidad", advierte Elorriaga, que piensa que a pesar del parón provocado por el coronavirus, el ciclismo femenino no retrocederá a situaciones de hace un lustro porque "la sociedad, afortunadamente, reclama más deporte femenino". "Es verdad que había más escaparate y visibilidad para el ciclismo femenino y ha venido esto. Es una faena, está claro, pero no queda otra que aceptarlo. Pero si la situación sanitaria lo permite, dispondremos de un calendario de calidad", remarca Pla. El pelotón femenino pedalea hacia la luz.

"Solo habrá tiempo para competir, competir y competir; a todos nos pasará lo mismo"

Director del Sopela Women's Team

"No sabemos de qué punto partimos. Habrá que ir día a día, pero tenemos muchas ganas"

Directora del Bizkaia-Durango