Donostia - La fuerza, el descaro y la seguridad de Remco Evenepoel dando pedales se transforman en timidez y gestos de adolescente cuando se siente delante de un micrófono. El belga, proclamado vencedor de la Clásica casi una hora antes, reconocía aún no creer lo que había logrado. “No tengo palabras. Poco más puedo decir. Es increíble”. El belga explicó que la retirada de Alaphilippe y la película de carrera depararon para él “una situación perfecta”. “He podido atacar y Enric Mas estaba en el grupo de detrás, haciendo un gran marcaje a los rivales”. Su carrera apunta alto. Pero él mantiene los pies en el suelo, consciente de que esto no ha hecho más que empezar. “¿Hasta dónde puedo llegar? No lo sé. De momento se trata de adquirir experiencia y de seguir mejorando. Igual el año que viene no gano ninguna carrera. ¿Qué dirá la gente entonces? Yo tengo que seguir a lo mío, concentrado en competir. Ahora haré la crono del Europeo y luego volveré a entrenarme en altura”. Evenepoel mira, más a largo plazo, al Mundial de Yorkshire. Le correspondería correr en sub’23. Y puede hacerlo. Pero apunta a la crono absoluta. “Mi compañero Lampaert me ha dicho que el circuito y es duro. Se adapta a mis características”. - M. R.