"Es mi primera victoria en una carrera de tres semanas, y eso me hace muy feliz, es muy importante. Ha sido gracias a todo el equipo, pero ha supuesto una gran ventaja tener a Zeits en la fuga porque ha trabajado mucho, me ha permitido relajarme un poco", explicó en meta el ciclista vizcaíno.

Bilbao, de 29 años, que la estrategia fue improvisada, ya que "Zeits era el hombre del Astana para la escapada", pero al verse entre la docena de corredores elegidos "rodé hasta el final, y como tenía piernas lo intenté y salió todo perfecto".

La clave estuvo en elegir el momento adecuado para el ataque, ya que entre los cinco corredores que quedaron al final había hombres muy rápido, como el italiano Davide Formolo.

"Sabía que podía atacar a mis rivales y me lancé. Formolo era el rival a batir, pero sentí que estaba sintiendo la presión de ganar. Esperé a que mi director me dijera cuándo era el momento para saltar".

"Fue un largo kilómetro final, pero me quedaba algo de fuerza y podía ganar".