URANGO es una de las plazas más importantes del baloncesto vizcaino. El deporte de la canasta se vive de una manera especial en la localidad y el Tabirako es su principal referente. Son muchos los jugadores que se forman en sus categorías inferiores y dos de ellos, Jon Aldekoa (Durango, 2000) y Oier Ardanza (Durango, 2001), forman actualmente parte del Teknei Zornotza. Dos trayectorias con muchas similitudes y que tuvieron también un comienzo parecido. Los dos jugadores se formaron en el Tabirako y en la edad de cadete decidieron hacer la siempre complicada apuesta de salir de casa para mejorar en el baloncesto. Aldekoa acabó en el Joventut de Badalona para irse después a Fuenlabrada y Ardanza continuó su formación en el Barcelona antes de dar el paso de ir a Gran Canaria. Ahora, ambos jugadores se han juntado de nuevo en Amorebieta para continuar con un camino que arrancó en Durango y sigue ahora con su vuelta a casa.

A la hora de hablar de Tabirako ambos jugadores reconocen la importancia que tiene para ellos haber comenzado a jugar a baloncesto en este club. “Para mi familia y para mí es súper importante. Crecí ahí, mi padre jugó ahí, mi hermana ha jugado toda la vida y es el club donde empezó todo” afirma Ardanza. Es el sitio donde aprendieron los fundamentos básicos y también varias enseñanzas que llevaron con ellos en la mochila. “Es un club que nos lo ha dado prácticamente todo. Es con el que hemos aprendido a competir y nos ha enseñado los valores principales desde pequeños”, añade Aldekoa.

Pero tanto Ardanza como su compañero de equipo quisieron dar un paso más y Catalunya apareció como la oportunidad perfecta para seguir desarrollándose. Con solo 14 años dejaron su casa en Durango y se fueron a uno de los lugares más destacados a nivel estatal en el baloncesto de formación. “Con 14 años te dicen que vas a ir a jugar a Badalona a baloncesto y estás encantado. Pero cuando llegas ahí, aunque el club te ayuda mucho, te encuentras solo y cuando te tienes que apoyar en tus padres, hacerlo por Skype no es fácil. Aunque en el tema de la fortaleza mental te hace más fuerte”, cuenta el base. Sin embargo, ambos reconocen que fue una decisión acertada. “La exigencia es máxima porque tienes a los mejores jugadores al lado, pero los clubes en Catalunya ayudan mucho tanto en la mejora individual como en los estudios”, añade el alero durangarra.

Dos caminos y dos edades similares. Sin embargo, tampoco coincidieron tanto en la cancha ni como compañeros de club en Tabirako al formar parte de diferentes equipos, ni como rivales en las competiciones catalanas. Es ahora, en su vuelta a casa cuando viven por primera vez la experiencia de ser compañeros de equipo. Aldekoa fue el primero en volver a Euskadi y esta es ya su tercera temporada en el conjuno zornotzarra y Ardanza lo ha hecho esta temporada. “No me apetecía hacer otro cambio de ciudad y cuando surgió la oportunidad del Zornotza no tuve ninguna duda. Llevaba desde los siete años fuera de casa y tenía ganas de estar con mi familia”, cuenta el alero. Un cambio que fue fácil por el ambiente que reina en el equipo zornotzarra y ambos tienen claro que la actual plantilla es “una familia”.

el partido

Por otra parte, en las últimas semanas los jugadores del Teknei Zornotza han tenido que sobreponerse al palo de no depender de sí mismos para entrar en la Copa. Los zornotzarras necesitan que pierda el Alega Cantabria en su partido aplazado contra el Enrique Soler de Melilla, pero de mientras no pueden dejar de lado el resto de los objetivos y siguen peleando por estar en lo más alto en la liga. “Nos dio bastante pena la copa y ahora estamos a la espera. Pero estamos concentrados en los partidos que tenemos por delante”, apuntó Ardanza. El siguiente encuentro será hoy mismo ante el Zamora Enamora (19.00 horas) en el Polideportivo Municipal El Plantío.

“Tabirako nos lo ha dado prácticamente todo. Nos ha enseñado los valores principales”

Base del Teknei Zornotza

“Cuando surgió la oportunidad del Zornotza no tuve ninguna duda”

Alero del Teknei Zornotza