El Barça ha activado su modo apisonadora este domingo para adjudicarse la final de Copa ante un Real Madrid absolutamente superado que ha intentado tirar de orgullo en la segunda parte de manera infructuosa. Los de Sarunas Jasikevicius han impuesto su superioridad física ante un rival muy lejos de su mejor versión en este aspecto del juego para dominar la final de cabo a rabo, dejarla sin ningún tipo de emoción y acabar adjudicándose el título por un contundente 73-88 impulsados por el partidazo de Cory Higgins, autor de 20 puntos y elegido como mejor jugador del torneo.

Los azulgranas solo han necesitado un par de minutos para decantar el partido a su favor. Con un tempranero parcial de 0-10 y anotando sus 14 primeros puntos en la pintura, el Barça, con Nikola Mirotic y Rolands Smits especialmente dañinos, han firmado un 7-18 para no volver a mirar atrás. El primer acto se ha cerrado con un 11-20 y los de Pablo Laso con un horrible 5 de 23 en tiros de campo. Entre Carlos Alocén y Trey Thompkins han coqueteado con volver a equilibrar la balanza (16-23), pero el rodillo azulgrana no ha dejado lugar para la voltereta. Metiendo mil manos en defensa, imponiendo su efusividad en el rebote y anotando con solvencia desde todas las distancias, el 31-52 al descanso ha dejado todo prácticamente visto para sentencia, con los de Laso muy desconocidos, con Sertgio Llull y Jaycee Carroll con sus respectivos casilleros de puntos a cero y echando muchísimo de menos la capacidad defensiva de los ausentes Rudy Fernández y Jeffery Taylor.

SIN SORPRESAS

A vuelta de vestuarios, los renacidos Llull y Walter Tavares, insuperable en defensa, han intentado el más difícil todavía con el apoyo del joven Usman Garuba, tocado en lo físico pero esforzado hasta el límite en las tareas de retaguardia. El 50-63 ha abierto un pequeño hilo de esperanza, pero Nick Calathes ha abortado con sus asistencias cualquier tipo de revolución para llegar a los diez minutos finales con un contundente 50-69. Los blancos han intentado jugarse un último cartucho de la mano de Alberto Abalde, pero su intentona final solo ha llegado hasta el 62-73. Higgins ha vuelto a hacerse con el mando de las operaciones y el Barça ya tiene en sus manos el primer título de la era Jasikevicius.

Así, el equipo azulgrana ha acabado superando al Real Madrid en la tercera final de Copa en los últimos cuatro años, haciendo además que la maldición del anfitrión del evento se prolongue ya durante 19 años. Además de en Higgins, el Barça ha fundamentado su éxito en las aportaciones de Calathes (12 puntos y 9 asistencias) y un magnífico Smits (13 puntos) saliendo desde el banquillo. Por parte del Real Madrid, Tavares (17 puntos y 9 rebotes; 28 de valoración) ha tenido el apoyo de Abalde y Alocén, pero ha echado de menos a dos estiletes ofensivos del primer nivel como Carroll (cero puntos tras fallar sus ocho tiros de campo) y Llull (3 de 13 y valoración negativa).