bilbao - Después de seis temporadas en la élite, el club gernikarra es consciente de vivir en el techo de sus posibilidades. Por eso, Mario López valora la gran temporada de su equipo, aunque advierte de que "cualquier día puede ir para abajo".

Mañana el Gernika KESB vivirá otro hito. Quizás nos estamos acostumbrando a algo que parece normal, pero no lo es.

-No sé si nos estamos malacostumbrando, pero sí estamos poniendo cada año nuevos límites que algún día serán muy difíciles de superar para un club como el nuestro. Pero está bien que vayamos consiguiendo nuevos objetivos y esta temporada está siendo muy buena. Nos hemos metido en la Copa, logramos llevar 5.500 personas a Miribilla, hemos pasado una ronda más en la Eurocup y a ver si podemos cumplir también ante el Szekszard y volver a hacer historia.

Pero supongo que no es sencillo para un club como el Gernika mantener este nivel de exigencia, caminar siempre por el techo.

-Claro, cada vez es más difícil. Echando la vista atrás, aquí en Maloste tenemos fotos de las plantillas que hemos tenido en Liga Femenina y en la primera temporada había seis jugadoras de casa. Ahora resulta imposible competir en la élite con cuatro jugadoras de casa. Pero bueno, llevamos seis campañas entre el tercero y el sexto y creo que, sobre todo, tiene un mérito terrible. Siempre hemos ido dando pasos cortos hacia arriba, pero ahora mismo resulta complicado mantener esa línea y en algún momento tendremos que caer. Pero mientras estemos ahí arriba? Hemos conseguido un respeto en la Liga Femenina, que los medios se hagan eco de lo que estamos haciendo. Al baloncesto de Bizkaia le ha venido bien y al club también, así que todo lo que nos está pasando lo damos por bueno.

¿Y cómo se puede mejorar? A lo mejor eso ya no depende tanto del trabajo de toda la gente del club.

-Hay muchas maneras. Se puede mejorar el presupuesto, aunque está difícil, se puede en cuanto a estructura del club, pero sobre todo se puede mejorar en infraestructura, en las condiciones de Maloste, que está saturado. Nuestro pabellón es el de menor aforo de la Liga Femenina y en cuanto a calidad, aunque tenemos un muy buen parqué, es el peor ya que no tenemos posibilidades de ampliarlo en aforo, de sacar pistas transversales, de meter oficinas, etc. Creo que aprovechando esta coyuntura estaría bien que se mirara la posibilidad de hacer un campo de 1.500-2.000 espectadores para esto que digo y para poder aumentar el numero de socios y con ello el presupuesto. Girona y Avenida parten de inicio con 3.500 socios y nosotros con 350. A cien euros por socio, fíjate la diferencia. No podemos aspirar a eso, pero sí a tener 1.200 socios. En estas condiciones, poco más se le puede pedir al equipo, pero si queremos que los resultados mejoren, hay que mejorar todo lo que le rodea.

Con todo, el Lointek Gernika está teniendo esta temporada un rendimiento muy estable. Ha perdido seis partidos entre las dos competiciones y cinco de ello por menos de cuatro puntos.

-Sí, es de lo que más orgulloso estoy. Estamos haciendo un buen trabajo, aunque vete a saber qué puede pasar en el futuro. Dos de las derrotas han sido tras prórroga y las otras dos tras tener el último balón para empatar o ganar. Y en la Eurocup el Avenida solo nos superó claramente en uno de los ocho cuartos. Eso quiere decir que el equipo ha mostrado solidez en todos los partidos que ha disputado.

¿Es esta plantilla la que más se acerca a lo que le gusta como técnico?

-Claro, sí. Representa el baloncesto que uno tiene en la cabeza. Cuando fichas, algunas jugadoras pueden ser las que tú quieres, otras parecerse a lo que quieres y otras melones sin abrir, apuestas que pueden salir bien o mal aunque no suelen ser de mucho coste. Este año las circunstancias me han permitido fichar más o menos lo que quería y tenemos dos o tres jugadoras por puesto complementarias. El bloque que sale del banquillo apenas ha variado, pero todas han entendido su papel y cuando salen a la cancha aportan y demuestran que pueden jugar más minutos. Además, y toco madera, somos el único club que no ha hecho cambios en su plantilla, cosa que otro años no había pasado.

Esta es la tercera temporada en la Eurocup. ¿Qué han aprendido?

-A medida que pasan los años acumulas experiencia y vivencias que luego te sirven. Primero, nos hemos dado cuenta de que necesitas once, no diez jugadoras, aun a costa de no poder usar en la Eurocup a una de las tres americanas. También sabemos que se necesitan jugadoras más grandes en alguna posición y hemos aprendido a competir mejor fuera de casa. Los arbitrajes son diferentes, el trato de los rivales es diferente. Todo eso nos ha servido para que la plantilla esté compitiendo muy bien a todos los niveles.

Hablando de lo más cercano, ¿siente que el Avenida y el Girona son más vulnerables?

-Creo que ha subido el nivel de todas las plantillas, sobre todo de los quintetos más habituales que se han acercado. Pero ellos tienen más rotación. Para esos dos equipos la temporada es muy larga, han tenido cambios, pero estoy convencido de que cuando huelan los títulos estarán al 200%, como siempre. Eso lo hemos sentido nosotros con el Avenida en la Copa. Pero en general sí es cierto que las distancias se han acortado y eso es bueno para la competición.

En este momento de la temporada, ¿pueden ser selectivas o no quieren serlo?

-No podemos ni me gusta. Tenemos que pensar en cada partido y, de hecho, hasta que no pasa uno no me gusta pensar en el siguiente. En la segunda vuelta tenemos que recibir en casa al Avenida, al Girona, al Valencia y al Araski y no podemos descuidarnos. Tenemos que centrarnos en jugar mañana como una final y solo después pensaremos en el Cadi, que jugamos el sábado. Y la semana siguiente, el miércoles la vuelta en Hungría y el viernes nos toca en casa contra el Valencia. No nos da tiempo a seleccionar, aunque tratamos de quitar kilómetros a algunas jugadoras cuando es posible. Tenemos trece victorias en la Liga, pero tenemos que pensar en seguir sumando más.