EL baloncesto no tarda en ofrecer opciones de redención. Y a la primera oportunidad que tuvo, Axel Bouteille olvidó su mal encuentro ante el Morabank Andorra. Lo hizo con la mejor medicina posible para un anotador, reviviendo de nuevo su amor con la canasta rival y agigantando el aro para anotar prácticamente todos sus lanzamientos. El galo tuvo uno de esos días especiales para un jugador, esos partidos repletos de confianza donde cada acción planteada sale mejor incluso de lo pensado y los puntos llegan uno tras otro con asombrosa facilidad. En la ajustada victoria del Bilbao Basket contra el San Pablo Burgos Bouteille fue el principal protagonista al anotar 34 puntos, lo que le vale para superar la máxima anotación del club en la Liga Endesa, los 33 puntos logrados, casualmente, por Álex Mumbrú el 26 de enero de 2014 ante el Obradoiro.

El entrenador del Bilbao Basket pidió que todos los jugadores debían dar un paso adelante debido a las bajas. Sin Rousselle ni Sulejmanovic, la responsabilidad no se centró exclusivamente en los jugadores que debían coger galones en los puestos de uno y de cuatro. Todos tenían que dar un paso adelante y Bouteille no se echó a un lado ante el reto. El alero francés realizó su mejor encuentro como hombre de negro anotó sin parar, ayudó en el rebote, siendo el segundo máximo reboteador solo por detrás de Ben Lammers, y exprimió al máximo sus casi treinta minutos de juego.

Bouteille fue una amenaza constante para la defensa del San Pablo Burgos. Su capacidad para absorber los contactos y utilizar su cuerpo para generar lanzamientos le permitieron encontrar el aro con asiduidad. A base de penetraciones, lanzamientos de larga y media distancia y cortes sin balón, el alero del Bilbao Basket no paró de acumular muescas a su revolver. En cada despiste del conjunto burgalés, ahí estaba Bouteille para castigar. Los 34 puntos anotados llegaron con muy pocos tiros. El francés anotó siete de sus ocho lanzamientos de dos puntos, muchos de ellos logrados desde la media distancia o con defensores muy pegados a él, y también estuvo certero desde la línea de tres puntos, con cinco triples logrados en solo seis intentos.

El galo se despidió de Burgos con un 85% en tiros de campo, porcentaje superior al que cosechó desde la línea de tiros libres. Casualmente el lanzamiento más sencillo para el jugador, sin oposición y repetido en infinidad de ocasiones, fue el que más se le atragantó a Bouteille. Sin embargo, su porcentaje no fue malo, ni mucho menos. Anotó cinco de sus siete intentos y además lo hizo en uno de los momentos más tensos del encuentro. Con el San Pablo Burgos amenazando con igualar el encuentro y el marcador de 91-93, al alero no le tembló la mano y anotó dos tiros vitales para la victoria del Bilbao Basket.

Bouteille no solo batió la mejor marca anotadora de la historia del Bilbao Basket en la ACB, también estuvo cerca de igualar el récord en el aspecto de valoración. El francés se fue hasta una marca de 39 puntos en este aspecto y se quedó a solo una cifra de igualar los 40 puntos de valoración logrados por Germán Gabriel el 4 de diciembre de 2004, su primer curso como jugador del conjunto vizcaino.