Lointek Gernika78

Clarinos80

LOINTEK GERNIKA: Ocete (4), Dietrick (5), Wojta (11), Roundtree (10), Milic (22) -cinco inicial-, Lo (8), Díez (0), Arrojo (8), Molina (0), Mazyonite (5) y Ariztimuño (5).

CLARINOS: Brkic (15), Atkinson (29), Bettencourt (5), Weaver (15), Herrera (8) -cinco inicial-, Charles (0), Montenegro (2), Moss (6) y Pedrals (0).

Parciales: 14-20, 44-39 (descanso), 63-52, 71-71 (final) y 78-80.

Árbitros: Munar, González y Fernández. Sin eliminadas

Incidencias: Lleno en Maloste

Gernika - En esta Liga Femenina la relajación no está permitida. El más pequeño de los despistes puede llevar al favorito a caer de manera inesperada. El Lointek Gernika estaba avisado de que esto podía ocurrir, pero una pequeña bajada de ritmo en el momento menos propicio le llevó a desperdiciar una ventaja de quince puntos y caer en Maloste ante el Clarinos Tenerife. Las gernikarras evidenciaron problemas para atacar la zona y la defensa tinerfeña anuló completamente su ataque carente de acierto con el tiro exterior y con muy pocas soluciones ante un equipo que apostó por cerrarse cerca del aro.

La velocidad es uno de los pilares del Lointek Gernika, ahogar al rival a base de un ritmo machacón y derrotarle por agotamiento. Las gernikarras salieron ayer sin su ímpetu habitual y en los primeros minutos pagaron esa relajación. El Clarinos controló bien el juego en estático de las locales con una defensa muy cerrada y solo Milic fue capaz de hacer daño. La pívot serbia monopolizó el caudal anotador de las dirigidas por Mario López. Sin embargo, esa aportación no fue necesaria ya que el mal día ofensivo no fue compensado con una buena defensa. Las tinerfeñas apostaron por un juego lento, con mucho juego de uno contra uno y aprovechando al máximo la capacidad de desequilibrio de su escolta Atkinson, que en la primera parte se fue hasta los 16 puntos. El Gernika sufrió y seis puntos consecutivos de la jugadora de New Haven pusieron la máxima ventaja en el marcador (6-18). Dos conexiones entre Dietrick y Milic dieron algo de aire a las gernikarras, pero un tiro de Weaver mantuvo la distancia en la decena.

Tuvo que ser la segunda unidad la que cambiara el signo del encuentro. Mario López decidió probar con un quinteto completamente diferente al que inició el encuentro y dio resultado. La defensa subió en enteros y eso ayudó a que el ritmo ofensivo volviera a ser el que acostumbra a verse en las jugadoras gernikarras. La presión provocó muchas pérdidas de balón de las tinerfeñas y en ataque los recursos para anotar aparecieron por todos los lados. El Gernika recortó distancias y una entrada acrobática de Arrojo dio la primera ventaja a las locales (23-22). A continuación, un triple de Mazyonite cerró un parcial de 16-2. Sin embargo, el Clarinos no quiso irse del partido tan pronto y con una Atkinson estelar se mantuvo en el encuentro al descanso (44-39).

El Gernika aprendió la lección de lo sucedido en el inicio del partido y esta vez no se dejó sorprender. El Clarinos trató de mantener el pulso del encuentro con una rotación muy corta y exprimiendo al máximo a sus referentes norteamericanas para aguantar el envite gernikarra. Sin embargo, el conjunto vizcaino supo controlar el encuentro. Un triple de Dietrick en carrera puso el 49-43 y la distancia ya no bajó de ahí hasta el cuarto final. Las tinerfeñas cada vez sufrieron más para conseguir sumar y el Gernika hizo mucho daño en las inmediaciones del aro, sobre todo gracias a la enorme figura de Milic y a la capacidad reboteadora de todas sus integrantes.

Pocos esperaban que el partido fuera a transformarse tan drásticamente en el último cuarto. El Clarinos apostó por defender en zona y el Gernika cortocircuitó. La falta de tiro exterior les penalizó y tampoco pudieron mover la canasta con la fluidez suficiente para romper una defensa muy cerrada. Sin ideas, el partido empezó a complicarse y las visitantes se reengancharon a un encuentro que hasta pocos minutos antes tenían perdido. Un triple de Brkic igualó el encuentro a pocos segundos del final y el tiro de Roundtree no entró, lo que llevó el choque a la prórroga. En el tiempo añadido la tendencia se mantuvo. El Gernika tuvo mucho problemas para anotar ante la defensa zonal y los unos contra unos de las tinerfeñas les permitían mantener el choque igualado. Así, una entrada de Brkic puso el 78-80 y en una caótica jugada final, el triple a la desesperada de Molina se salió de dentro para dibujar el peor final posible de un encuentro que pareció encarrilado, pero acabó con una inesperada victoria visitante.