Bilbao - El primer partido siempre está lleno de nervios. La ilusión de arrancar en la máxima competición se mezcla con la incertidumbre que crea el estreno. El Lointek Gernika vivió estas sensaciones y dejó muestras de que todavía tiene mucho más que ofrecer, pero sacó el partido adelante a base de trabajo. El Nissan Al-Qázeres apareció como un adversario muy combativo, que nunca perdió la cara a pesar de la ventaja lograda por las gernikarras en el segundo cuarto. Otra muestra más de que en la presente Liga Femenina las relajaciones se pagarán muy caras. El Gernika no pudo bajar la tensión hasta el último minuto del partido y necesitó apretar en defensa ante la pujanza de las extremeñas. Esa labor oscura, llevada a cabo durante los cuarenta minutos, permitió a las vizcainas apuntarse la primera del año (66-59).

El encuentro estuvo lejos de ser una exhibición de las gernikarras, pero las señas del equipo quedaron claras desde el estreno liguero. El Gernika mantiene la esencia de la pasada temporada y las nuevas incorporaciones se adaptaron a ella desde el primer día. Las vizcainas volvieron a desplegar su mejor juego desde la defensa. Mucha intensidad y manos rápidas permitieron abundantes recuperaciones de balón. Cuando mejor funcionaron las labores de retaguardia, mejor fluyó el ataque gernikarra. El Gernika disfrutó a campo abierto e hizo mucho daño al contraataque. Sin embargo, en el juego estático todavía quedan cosas por pulir. La falta de acierto habitual de los primeros encuentros fue evidente en el bando vizcaino. El primer triple del día, obra de Belén Arrojo, no llegó hasta pasada la mitad del segundo cuarto y a partir de ahí el porcentaje tampoco mejoró en exceso. Eso permitió al conjunto extremeño cerrarse en defensa y complicar el juego dinámico que quiso proponer el Gernika.

El Lointek Gernika basó su puesta en escena en el juego interior. Arrojo contribuyó mucho al rebote desde la posición de alero y una canasta suya y otra de Milic pusieron el 4-0 inaugural. El Al Qázeres no se vino abajo por el mejor inicio de las gernikarras y consiguió mantenerse en el partido a base de sus individualidades. Mientras, en el bando vizcaino la consigna fue clara: correr todo lo posible y en caso de ser paradas aprovechar la superioridad cerca del aro. Doce de los 19 puntos del Gernika llegaron dentro de la zona. Sin embargo, las cacereñas supieron contrarrestar este juego y añadiendo músculo a su defensa evitaron que las dirigidas por Mario López rompieran el encuentro.

Aunque meter músculo también restó velocidad al juego cacereño y el Gernika lo supo aprovechar. Wotja consiguió meter otro ritmo más al juego con sus canastas a la contra y Arrojo anotó de tres (27-20). Las gernikarras vivieron su mejor momento y seis puntos consecutivos de Roundtree pusieron la máxima diferencia en el marcador (37-22).

A partir de ahí, los dos equipos jugaron a tirones. El Al-Qázeres se apoyó en el talento anotador de Simms para acercarse en el marcador a base de jugadas individuales, mientras el Gernika siguió apostando por su juego coral y supo responder a cada mazazo cacereño. En el momento más crítico de las vizcainas, las jugadoras extremeñas fallaron cinco tiros libres consecutivos que les pudieron dar la ventaja. Regalo que el Gernika no desaprovechó para cerrar definitivamente el encuentro.