bilbao - Ondrej Balvin ha tratado de aprender a marchas forzadas antes de incorporarse hoy al trabajo con el Bilbao Basket. El pívot checo estuvo en el amistoso del miércoles en Olite y no perdió detalle de lo que sus compañeros hacían en el campo ni de lo que los técnicos explicaban en las pizarras. Sabe que el equipo le está esperando con muchas ganas y a la vuelta de su notable participación en la Copa del Mundo “he tenido mucho contacto con el entrenador, con el que he hablado bastante, y con los compañeros. Aún tengo que coger los sistemas, pero sé perfectamente lo que me espera”.

Ocho partidos en dos semanas parecen muchos, pero Balvin asegura que el cansancio que acumula “es más por el horario de China o por los largos viajes que por otra cosa”. “Tengo que empezar ya porque no hay tiempo para descansar. El inicio de la liga va a ser complicado y hay que estar ya muy concentrados en prepararlo bien”, comenta. Su rendimiento en la Copa del Mundo ha sido alto, como el de toda su selección: “Nadie esperaba llegar a los cuartos de final, pero sí pensábamos que podíamos avanzar en el grupo. Sabíamos que el partido de Turquía era clave y lo ganamos. Ha sido merecido porque hemos jugado con un gran estilo de juego, muy atractivo”. El nuevo hombre de negro recuerda que ya ha jugado “muchos partidos de esta exigencia” a lo largo de su carrera, pero reconoce que esta experiencia le ha venido bien “para recuperar el ritmo de juego porque desde abril no había podido jugar por una lesión. Ahora no empiezo desde cero y espero encajar pronto en la dinámica del grupo”.

El papel de Ondrej Balvin en el Bilbao Basket esta temporada va a ser muy importante y él asume la apuesta que el club ha hecho por él. “Quiero serlo no solo por lo que haga en la cancha, con mis puntos o mis rebotes, sino también fuera. Quiero ayudar a mis compañeros. Sé que tengo mucha responsabilidad, pero espero dar el máximo en todos los sentidos”, asegura.

A la hora de decidirse a fichar por el Bilbao Basket, “no era importante dónde voy a vivir o cómo es la ciudad. Ya sabía muchas cosas de Bilbao y del club. Lo que me interesaba de verdad era saber cómo era Álex Mumbrú como entrenador, ya que solo le conocía de haber jugado contra él. Gente cercana me ha dado buenas referencias y su trabajo está siendo muy bueno. Probablemente, su experiencia reciente como jugador le está ayudando”.

Balvin se resiste a poner objetivos para esta temporada: “Es difícil decirlo porque aún no hemos podido estar todos juntos”. Eso sí, tiene buenas sensaciones porque “creo que vamos a ser un equipo con hambre y espero que demostremos que Bilbao ha vuelto a la Liga ACB no para pasar desapercibido o solo salvarse. Queremos luchar por algo más”. Sin embargo, el pívot checo sabe que la temporada va a ser exigente “por lo que he visto de otros equipos y porque tenemos muchos jugadores sin experiencia en la liga. Pero también tenemos buenos veteranos, gente con experiencia y podemos formar un equipo interesante”. Lo que le falte a la plantilla lo debe poner el público. “Siempre es importante, ya lo tiene que ser desde el primer día ante el Valencia. Si tienes a la gente de tu lado, el jugador va al 200%. Si es así esta temporada, va a ser complicado ganarnos en Miribilla”, concluye.