bilbao - Trey Thompkins tuvo en la yema de sus dedos la sentencia de la final de la Liga Endesa, pero el ala-pívot estadounidense del Real Madrid falló su palmeo sobre la bocina y mañana (21.00 horas) habrá un cuarto partido en el Palau al que el Barcelona llegó por puro coraje. Si en el segundo, los de Svetislav Pesic no supieron resolver una situación favorable, ayer fue el equipo blanco el que dominó durante muchos minutos, pero no remató en los dos últimos minutos porque falló tiros que había metido antes.

Los quince triples que anotó el Real Madrid no fueron suficientes, no su buena defensa durante gran parte de un duelo que tuvo otra vez gran carga física. El rebote lo dominó como en toda la serie el Barça, que además sacó 22 puntos desde la línea de tiros libres para compensar que hizo doce lanzamientos de campo menos. Eso y que contó de nuevo con un brillante Thomas Heurtel, que durante muchos minutos fue el único jugador capaz de generar desequilibrios en el uno contra uno en el juego a medio campo.

Después de un primer cuarto de intercambio de golpes casi literales, de triples del Real Madrid y canastas interiores del Barça, los trece puntos de Thompkins abrieron una pequeña brecha al descanso. Laso hizo coincidir a sus dos cuatros y abrió espacios en la defensa del Barcelona, que con todo su tamaño no podía llegar a todas partes.

Cuando los madridistas se escaparon por once puntos (38-49) al inicio del tercer cuarto se produjo el punto de inflexión del choque. Los azulgranas parecían tocados, pero reaccionaron con un parcial de 12-0 con mucho orgullo y el apoyo del Palau.

El partido volvió a equilibrarse, aunque se mantenía la sensación de que el Real Madrid llevaba el control. Así, pudo llegar con ventaja al tramo final haciendo mucho daño con el bloqueo directo central y triples que parecían dagas. Uno de Campazzo a 2.31 del final llevaba media final. Sin embargo, el Barça respondió con otro inmediato de Kuric y logró dar una vuelta de tuerca a su defensa para que el Real Madrid no anotara más, quizás obcecado con los triples.

final sin faltas Singleton puso por delante a su equipo muchos minutos después cuando solo quedaban treinta segundos con una penetración a todo o nada. Los azulgranas tenían solo dos faltas en su casillero y eso pudo ser determinante ya que en sus últimos ataques los blancos parecieron esperar los contactos, forzaron demasiado y no tomaron las mejores vías hacia la canasta. Primero, Llull erró una bandeja ante la oposición de Claver. Hanga se hizo con el rebote, pero perdió el balón y en los últimos diez segundos se jugó el título de la Liga Endesa.

Al fin, la defensa del Barça se impuso, Campazzo forzó demasiado y el palmeo de Thompkins se estrelló en el aro. Es el segundo partido que se resuelve por el margen mínimo en una final en la que, de momento, se impone el factor cancha, como se podía esperar. La batalla entre gigantes aún no se ha acabado.

Barcelona78

Real Madrid77

BARCELONA: Pangos (3), Kuric (10), Claver (0), Singleton (12), Oriola (7) -cinco inicial-, Hanga (9), Smits (5), Heurtel (21) y Tomic (11).

REAL MADRID: Campazzo (18), Rudy Fernández (12), Deck (0), Randolph (6), Tavares (4) -cinco inicial-, Causeur (0), Ayón (0), Carroll (10), Llull (6), Thompkins (18) y Taylor (3).

Parciales: 19-18, 34-40 (descanso), 56-58 y 78-77.

Árbitros: Hierrezuelo, Cortés y Bultó. Sin eliminados.

Incidencias: 7.238 espectadores en el Palau Blaugrana para el tercer partido de la final de la Liga Endesa.