PUMARÍN fue el escenario donde el Bilbao Basket arrancó su segunda andadura en la LEB Oro. Allí, en una esquina, Rafa Pueyo también estrenó una nueva manera de ver los partidos. Ya no podía tener una intervención directa, pero los resultados iban a poner nota a su labor. El ascenso, el segundo en su carrera, ha puesto también en valor la labor del director deportivo que sabe que “esto es deporte profesional y el desenlace de la Final Four iba a determinante” para juzgar su trabajo. “Cuando ascendimos en León, fue otra cosa porque llegamos con 2-0 de ventaja en el play-off y teníamos tres oportunidades. Ahora nos lo jugamos en tres partidos a cara o cruz y sabíamos que toda la temporada iba a estar en juego en esos tres días. Quizás no era lo justo y para nosotros era mejor el formato de play-off largo, pero había que afrontarlo de esta manera”, afirma Pueyo como resumen de una temporada en la que el equipo ha cargado con mucha presión, pero que ha llevado adelante por una virtud muy concreta: la paciencia.

“Tuvimos paciencia para confeccionar la plantilla, tuvimos paciencia cuando el Betis se escapó, tuvimos paciencia cuando se cerró el mercado y los demás se reforzaron y tuvimos paciencia para entender que había que llegar al tramo final en las mejores condiciones posibles”, asegura. En este sentido, Rafa Pueyo considera que el momento clave fue la parte final de la liga regular cuando, con escasa diferencia entre unos y otros, el Bilbao Basket enganchó una racha positiva que le permitió asegurar el factor cancha. “Luego, vimos lo importante que era, por ejemplo lo que le pasó al Palencia que cayó al noveno puesto”, precisa.

Durante la pretemporada, los hombres de negro mostraron la imagen de un equipo “que tenía mucho gol, que tenía facilidad para meter puntos”. Pero el paso de los partidos obligó a cambiar esa idea e incluso hubo que intervenir sobre la marcha con los fichajes de Rafa Huertas y Leo Demetrio. “Siempre hay cierta preocupación, incluso entre los jugadores, cuando las cosas no salen como esperabas. Pero Álex convenció al grupo desde la pretemporada de que había que ser sólidos en defensa, el equipo logró mucha confianza en su defensa y por eso el equipo siguió rindiendo a alto nivel y ganando partidos. Además, la mayoría de los jugadores tienen experiencia, calidad y personalidad para asumir la responsabilidad”, explica el director deportivo, que siempre ha estado atento a la evolución del equipo y

Esa misma paciencia dio sus frutos en los partidos decisivos. “Schreiner no había estado bien en el tiro todo el año, pero en el quinto ante el Palencia y en la Final Four fue fundamental. Lo mismo Jaylon Brown, que “con sus altibajos ha sido el máximo anotador y ante el Palma tuvo acciones decisivas después de no haber hecho un buen partido”. Precisamente, el estadounidense y su compatriota Ben Lammers, “que ha sido un baluarte en defensa”, han sido dos de las noticias más positivas del curso: “Aunque en estos tiempos es un poco injusto que se ponga tanto foco sobre los jugadores estadounidenses. Eran apuestas con cierto riesgo porque su experiencia era escasa, pero han salido muy bien”.

Como el trabajo no se detiene, puede decirse, pese al compás de espera que vive el club hasta que resuelvan los problemas económicos, que la temporada siguiente ya ha empezado y las llamadas se acumulan en el teléfono de Rafa Pueyo. “Hemos empezado ya conversaciones con agentes, de hecho ya estaba avanzado el trabajo de ver jugadores. Pero aún no sabemos si su contratación va a ser factible. No nos vamos a precipitar. Si te he hablado antes de paciencia, también la vamos a tener ahora para tratar de encajar las piezas y hacer un equipo competitivo dentro de nuestras posibilidades, que no serán muchas”, advierte.

mantener la piña En las últimas temporadas, los equipos que ascendieron desde la LEB Oro mantuvieron gran parte del bloque y a la mayoría les dio buen resultado. El Bilbao Basket quiere hacer lo mismo por varias razones que aclara Pueyo: “No vamos a poder hacer diez-doce fichajes. Tenemos que aprovechar el trabajo de este año porque el entrenador, en principio, va a ser el mismo y para los que vengan será más fácil la adaptación. El equipo ha rendido muy bien en la cancha, pero además ha sido una piña en el vestuario y eso es algo que no podemos perder porque nos podría dar alguna ventaja”. Dicho esto, el director deportivo del Bilbao Basket reconoce que el equipo necesitará “reforzarse en todas las posiciones porque la ACB no es lo mismo que la LEB, pero sin hacer borrón cuenta nueva”.

La búsqueda de esos refuerzos podría abarcar “un poco de todo”, desde jugadores cedidos a jóvenes con ganas de recuperar protagonismo o veteranos con experiencia. “Ojalá pudiéramos fichar todo gente con recorrido en la ACB, pero esos jugadores tienen un precio muy alto. Veremos hasta dónde llega nuestro presupuesto, pero alguna apuesta tendremos que hacer, en el mercado extranjero o de algún joven nacional, pero esperemos que sean las menos posibles”.

El Bilbao Basket valorará también contar con algún jugador convenido, aunque es algo que en los últimos años no ha funcionado ya que “si no tienes control del equipo al que van, resulta complicado ya que el entrenador, con todo su derecho, suele priorizar los resultados a la formación”. “Eso sí, nos gustaría tener una buena relación con todos los clubes de Bizkaia”. En todo caso, el Bilbao Basket seguirá dando oportunidades a los chavales de su cantera que han tenido un buen comportamiento esta temporada en la que al club le ha salido todo mucho mejor de lo esperado para llamar de nuevo a las puertas de la ACB.