VASILIJE Vucetic puede entrar en la lista de esos jugadores que no cuajaron en el Bilbao Basket porque estuvieron en el peor sitio en el momento menos adecuado. El serbio era un joven pívot con cierto recorrido, internacional destacado con las selecciones formativas de su país, cuando el club apostó por él. Llegó en verano de 2016 con un contrato de tres temporadas que, obviamente, no se han cumplido y mañana regresará al Bilbao Arena en las filas del Melilla. Su presencia como hombre de negro se redujo a catorce partidos en la Liga Endesa y ocho en la Eurocup, bastantes menos de los que había acumulado en su equipo de procedencia, el Olimpia Liubliana.

En su primera temporada en Bizkaia, estuvo como vinculado en el Zornotza en el que fue pieza clave para rozar el ascenso a la LEB Oro. Esa notable temporada, en la que se vio afectado por el fallecimiento de su padre en un accidente, disparó quizás las expectativas que se tenían sobre él y las que él tenía de sí mismo y en su salto a la ACB no respondió a ellas. A medio camino entre el cuatro y el cinco, desde el principio se puso en duda su capacidad, sobre todo física, para responder en la élite, incluso cuando quienes jugaban en su puesto tampoco ofrecían excesivas garantías. El caso es que en febrero el serbio, desalentado por esa falta de confianza y por la situación de un equipo en descomposición y un contexto complicado, fue cedido al Iraurgi. Al final, solo pudo jugar seis partidos con los azpeitiarras por culpa de una lesión en el hombro, pero cerró la temporada con buenos números en la LEB Oro: 11,4 puntos y 4,3 puntos en 20 minutos.

Pese a que el Bilbao Basket bajó un peldaño y que el pívot serbio podía ser una buena opción en la nueva categoría, la relación se rompió. El Melilla confió en un jugador que aún no ha cumplido 23 años y que, según el club norteafricano, “tiene margen de progresión y ganas de abrirse camino de nuevo”. Pero esa lesión reapareció en sus primeras semanas en el equipo melillense, lo que le obligó a pasar por el quirófano y a perderse casi toda la primera vuelta. Con el conjunto melillense Vucetic promedia en catorce partidos disputados 17 minutos, 7,6 puntos y 3,2 rebotes. Siempre destacó por sus buenos fundamentos ofensivos para anotar de varias maneras y ahora su técnico le está usando como cuatro abierto en muchas fases de los partidos ya que la posición de cinco es para Balaban y Dos Anjos.

El Bilbao Basket se ha encontrado ya esta temporada varios jugadores que pasaron por sus filas y de los que no logró sacar casi nada. Pero el serbio no pretende demostrar nada en su vuelta a Miribilla. “Voy como jugador profesional. Es un bonito pabellón, que siempre está lleno con una increíble afición, pero voy a intentar ganar porque lo necesitamos”, comenta en la página web de su club. Vasilije Vucetic asegura que en este tramo de la campaña se encuentra “mental y físicamente muy bien”, aunque los resultados del equipo no están acompañando. “Puedo jugar mejor, todo el mundo en el equipo puede hacerlo mejor porque tenemos mucho talento y no lo estamos usando”, asegura. La clave para la reacción del Melilla es “defender y jugar duro, empezando por Bilbao”.