Bilbao - Empezó siendo algo anecdótico, pasó a ser entendida como una mala racha, larga pero pasajera, pero ha acabado convirtiéndose en una enorme rémora, una tremenda piedra a la espalda del Bilbao Basket que amenaza con entorpecer toda una temporada. Han pasado ya 24 partidos del presente curso, 23 de temporada regular y uno de Copa, y los hombres de negro siguen negados de cara al triple. No es un mal que afecte a un jugador o a un pequeño grupo, sino que es general. No es que se esté tirando en la mayoría de ocasiones en situaciones forzadas, sino que los hombres de negro son capaces de fabricar bastantes situaciones para tiros liberados, pero estos se empeñan en no encontrar red. Pasan las semanas y no es que el problema vaya a menos, sino que incluso va a peor.

El conjunto que dirige Álex Mumbrú presenta a día de hoy el peor porcentaje en tiros de tres puntos de toda la LEB Oro, un 29,9% impropio de un conjunto con elevadas aspiraciones. Y no es que sea el triple un arma poco utilizada por la escuadra vizcaina, más bien al contrario: solo el Barça Lassa lanza en más ocasiones desde más allá de la línea de 6,75 (664 los azulgranas, 658 los hombres de negro). Esta falta de acierto en una faceta del juego de extraordinaria importancia en el baloncesto de hoy en día, más todavía en una categoría en la que los equipos tienden a cerrar sus defensas para colapsar la zona y tejer una tupida tela de araña sobre los interiores rivales, invitándoles a percutir de lejos, esta entorpeciendo sobremanera el funcionamiento de un equipo que se construyó en verano con jugadores que, a priori, parecían solventes en el tiro exterior. El Bilbao Basket es el segundo equipo que menos puntos encaja de la categoría (70,4 de media), pero atendiendo a los perfiles de sus jugadores, aptitudes baloncestísticas y físicas, no parece un equipo cuyo ADN invite a jugarse el éxito global en la temporada a base catenaccio absoluto y eterno.

El conjunto de Mumbrú necesita equilibrio ofensivo y sin acierto triplista no puede alcanzarlo. Sin anotación exterior, es muy complicado que Ben Lammers encuentre espacios para sus continuaciones o que Kevin Larsen o Iván Cruz no centren ayudas por doquier cuando intentan actuar desde el poste. El equipo vizcaino es segundo pese a su paupérrimo acierto triplista porque cuenta con calidad individual y fondo de armario para gobernar a muchos rivales, pero no parece que vaya a poder alcanzar un rendimiento sostenible ni marcar distancias respecto a sus perseguidores (el décimo clasificado está a dos partidos) sin mejorar estos guarismos.

En sus últimos nueve partidos, incluida la final de Copa ante el Betis, próximo rival liguero, el Bilbao Basket no ha llegado en ninguno al 33% de acierto en el triple y en cuatro se quedó por debajo incluso de un sonrojante 27%: Canoe (23%), Barça (24%), Castelló (26%) y el pasado viernes en Valladolid (23%). Y lo peor de todo es que no es un mal puntual, pues ninguno de los siete componentes de la rotación exterior alcanza ni siquiera el 31% -los mejores tiradores del equipo son Leo Demetrio, con un 37%, e Iván Cruz, 36%-. El caso más increíble lo personifica Edu Martínez, fichado para ejercer de especialista en el triple. En sus anteriores tres cursos en LEB Oro promedió un 45,9 , 41,2 y un 48,6%, la pasada temporada brilló en la Liga Endesa con un 42% en el San Pablo Burgos y este ejercicio es el peor hombre de negro con un 27%.