bilbao - Casi seis años después, el Bilbao Basket vuelve a estar a un partido de ganar un título. No es como aquel de la Eurocup que estuvo cerca de poner al club en la élite continental, pero el equipo y sus aficionados no están ahora para despreciar cualquier oportunidad que el deporte les ofrezca. La Copa de la LEB Oro que hoy se disputa en Sevilla ante el Real Betis ha hecho revivir en los jugadores y el entorno esas sensaciones que ofrece el deporte cuando las cosas van bien. Y en el caso del Bilbao Basket, llevan un tiempo largo yendo mal como para no disfrutar de este momento.

Lo mismo piensan en Sevilla ya que el partido enfrenta a dos clubes que hace más o menos un lustro aún estaban jugando el play-off de la Liga ACB y ahora se miden por un título que ninguno de los dos tiene y que los dos quieren, la margen del valor que se le quiera dar. El Real Betis parte con todo a su favor. Los béticos llegan con una racha histórica de 18 victorias consecutivas. Juegan en casa, un factor que ha sido decisivo en las diez ediciones de la Copa que se han jugado hasta ahora a partido único. Y tienen una plantilla larga, todo lo que se puede, ya que sus doce jugadores están metidos en la rotación habitual de Curro Segura.

Sin embargo, solo cuatro de ellos saben lo que es disputar este trofeo: Lluis Costa, Pablo Almazán, Matt Stainbrook y Dani Rodríguez. Este último tiene dos títulos con el Palencia y en uno de ellos fue el MVP de la final con 30 puntos anotados. “Es un partido a una sola carta y todo lo que hayamos hecho hasta ahora no nos va a dar mayor ventaja”, apunta el veterano base del Real Betis, que cree que “la responsabilidad de ser favoritos es a la vez nuestra mayor ilusión” y avisa de que “ante un rival como el Bilbao Basket cualquier exceso de confianza se puede pagar”.

seis con experiencia En la plantilla del Bilbao Basket seis jugadores han disputado alguna final de la Copa, a un partido o el formato de Final Four. Al margen de Leonardo Demetrio, que fue campeón el año pasado, Rafa Huertas, con el Melilla en 2009, y Thomas Schreiner, con el Andorra en 2014, también tienen el título. El austriaco no pudo jugar por lesión aquella final y ahora espera aportar a la victoria del Bilbao Basket. “Si jugamos nuestro mejor baloncesto vamos a tener opciones de ganar”, dice el base de los hombres de negro, que no cree en los favoritismos ya que “a un partido puede pasar cualquier cosa. Lo que ha pasado hasta ahora no cuenta. Yo lo veo muy igualado”.

Osvaldas Matulionis, que perdió en 2015 con el Breogán, está convencido de que el Bilbao Basket “va a ganar”. “Esa es la manera de afrontar el partido porque puede pasar de todo. El Betis tiene una gran racha, pero quién sabe si puede tener un mal día. Por eso hay que salir concentrados y con intensidad desde el primer minuto”, comenta el lituano.

Edu Martínez también fue subcampeón hace dos años con el Burgos en Oviedo y explica que “todas las finales son distintas. En esta parece que el Betis es muy favorito por la racha que lleva, pero eso puede cambiar cualquier día y ojalá sea hoy”. El alero riojano traspasa la presión al anfitrión y espera un partido “con más errores de lo habitual y en el que puede primar la defensa”.

Eso le daría ventaja al Bilbao Basket, que quiere explotar su capacidad de sufrimiento y llegar al final con opciones para poner la final en un territorio que el Real Betis no ha conocido muchas veces esta temporada. Se dice que la defensa gana campeonatos, pero los jugadores de Álex Mumbrú van a tener que elevar su acierto habitual. Hablando del banquillo, un dato puede elevar el optimismo. El Alicante ha ganado este año la Copa de la LEB Plata. Su entrenador, Pedro Rivero, también se estrena esta temporada.