A fecha de hoy, la clasificación dice que el Athletic figura entre los candidatos a plaza europea. La puntuación obtenida en la primera vuelta del campeonato le convierte en favorito a dicho premio. Ha dejado de ser un mero aspirante, etiqueta que lucía en temporadas anteriores. El salto es evidente: se codea con los mejores equipos de la categoría y no cabe hablar de algo coyuntural, fruto de una racha, pues lo lleva haciendo prácticamente desde el inicio del calendario. A partir de la tercera jornada se instaló en la zona alta, en el sexto escalón, de donde nadie ha podido apearle. En el otoño alternó el cuarto, quinto y sexto puestos; luego, con una docena de partidos celebrados, de nuevo se colocó quinto y ahí permaneció durante dos meses, hasta que el último triunfo le ha permitido avanzar un poco más: es cuarto, empatado con el Atlético de Madrid.
Aunque la privilegiada posición actual no sea concluyente, esto es, no garantice que vaya a cortar con la tendencia de los seis años anteriores, tampoco su comportamiento desde agosto es equiparable al observado en ese período marcado por la frustración. Consumida la mitad del calendario, cabe afirmar con naturalidad que va por el buen camino. Se está labrando una reputación de conjunto fiable. Precisamente lo que no era y tanto le ha penalizado.
El momento presente legitima el sentimiento optimista que se palpa en la calle. Y pese a que el pasado reciente aconseje apelar a la calma, siquiera por aquello de que ningún equipo ha certificado una conquista con 19 partidos pendientes, resulta imposible obviar a estas alturas determinadas cuestiones. No únicamente los síntomas que, a través del juego que practica, emite este Athletic, sino lo que revelan las estadísticas, así como una visión panorámica de la categoría.
En el vestuario ha arraigado una idea, una concepción del juego, que encaja con las aptitudes de los futbolistas y cuya consecuencia más sobresaliente se llama acierto en ataque. Factor crucial porque sí –al fin y al cabo, el negocio va de hacer goles– y porque el aprovechamiento del caudal creativo establece una pequeña gran diferencia en relación a lo ya conocido. Ser eficaz con asiduidad distingue, pues se traduce en puntos contantes y sonantes. Pero los beneficios derivados de la puntería revierten asimismo en el plano anímico: nutre el espíritu y da sentido al trabajo.
Las cifras
La estadística de una década nos recuerda que ahora mismo al Athletic le faltan en torno a 22 o 23 puntos para certificar que el curso próximo viajará por Europa. La frontera de los 60 aparece demasiado asequible para pensar en que una pájara pudiera apartarle del objetivo. El equipo tendría que protagonizar una debacle sin precedentes en la segunda vuelta para no añadir a los 38 puntos que posee la cantidad comentada.
Otra cuestión es si la cuerda le va a dar para algo más que acomodarse en la Europa League. Aparte de que revolotea la probabilidad de que se amplíe a cinco el número de plazas de acceso a la Champions, para realizar una proyección ajustada conviene reparar en cómo les va a los demás. Y lo que salta a la vista refuerza las mejores perspectivas.
Cruzar la meta depende básicamente de lo que uno hace o deja de hacer, pero el grado de exigencia que plantea la competición descansa en el rendimiento de la totalidad de los participantes. La liga española lleva tiempo perdiendo gas, su economía describe una línea descendente y su poder de atracción sobre futbolistas consagrados se ha resentido. Se insiste en una progresiva igualdad aludiendo a la dificultad que entraña sumar tres puntos, pero la equiparación debe hacerse a la baja. Cuesta ganar, sí, pero porque en general las plantillas son peores.
Bueno, basta con detenerse en realidades tangibles como la que atraviesa el último rival del Athletic y que engloba ya dos ejercicios. Y si el Sevilla es una sombra de sí mismo, el Villarreal, habitual en el reparto de premios, tampoco está para bromas. Por mucho que reaccionen, la desventaja que arrastran en relación al Athletic este par de exponentes del deterioro liguero es de 22 y 19 puntos, de modo que automáticamente quedan descartados. Dos rivales directos teóricos menos.
¿Qué otros conjuntos presentan credenciales para pleitear en serio con el Athletic? Pues, se diría que Osasuna, que le antecedió en la edición precedente, no. Si asoma a dieciséis puntos, señal de que no carbura. Tres cuartos de lo mismo sería aplicable al Rayo Vallecano, hoy con quince puntos menos que los rojiblancos. Apostar por Las Palmas (trece menos), Valencia (doce) o Getafe (doce) se antoja infundado. Así que, el asunto se reduce a Betis y Real Sociedad.
Ambos están acusando el tute acumulado estos años de compatibilizar los torneos domésticos con los internacionales. Además, han perdido a referentes (Fekir, Canales, David Silva, Sorloth,…) y sus agendas siguen siendo más abultadas y densas que la del Athletic. Ellos son sin embargo los mejor colocados para repetir en Europa, pero por ejemplo el Betis, que ya cayó en San Mamés, debe descontarle diez puntos al Athletic, el equivalente a cuatro jornadas.
El que resta una plaza continental y lo ha hecho sin estar invitado a la fiesta es el Girona. Su margen de seguridad es de veinte puntos, distancia que posee sobre el séptimo, el Betis. Los catalanes disponen de un colchón de diez sobre el Athletic, cuyo techo se habría de ubicarse en la tercera posición. Pretender acabar en mayo mostrando la espalda a Barcelona y Atlético de Madrid acaso sea improcedente, no van por ahí los tiros, pero es cuanto hoy sugiere la clasificación. Lo que le interesa es, sencillamente, perseverar. Desviarse lo menos posible del guion que viene escribiendo y así, en mayo aterrizar suavemente en Europa. l
Ante el Cádiz, el domingo 28
A las 21.00 horas. LaLiga desveló ayer las fechas y los horarios correspondientes a la vigésimo segunda jornada, en la que el Athletic visitará al Cádiz el domingo 28 de enero a las 21.00 horas. El conjunto de Ernesto Valverde se medirá a los andaluces el último día de la semana después de enlazar dos encuentros en sábado, el 13 ante la Real Sociedad, en San Mamés, y el 20, en Mestalla contra el Valencia. El duelo frente al Cádiz será emitido por DAZN. Los rojiblancos ganaron claramente en la primera vuelta a los pupilos de Sergio González (3-0), con goles de Guruzeta, Villalibre e Iñaki Williams. El equipo amarillo, con 15 puntos, 23 menos que el Athletic, cierra los puestos de descenso tras una temporada muy irregular.