Carlos Alcaraz, número uno del mundo, debutó este martes en el Masters 1.000 de Cincinnati (Ohio) con un triunfo sin brillo y con más sufrimiento del previsto ante el australiano Jordan Thompson.

Alcaraz, que nunca se había medido antes al australiano, se impuso por 7-5, 4-6 y 6-3 en tres horas y dos minutos en este largo y exigente enfrentamiento de dieciseisavos de final que acabó pasada la una de la madrugada de Cincinnati y que fue interrumpido por la lluvia.

El español se medirá en octavos al vencedor del partido entre el francés Ugo Humbert y el estadounidense Tommy Paul, quien le eliminó el pasado viernes en los cuartos de final del Masters 1.000 de Toronto.

Alcaraz dejó en Toronto señales de que todavía tiene trabajo por delante para recuperar su mejor nivel tras unas semanas de merecido descanso después de ganar en Queen's y de su histórico triunfo en Wimbledon.

Después de su paso por tierras canadienses, el murciano tiene que afinar su puesta a punto en pista dura en Cincinnati ya que en un par de semanas empezará en Nueva York la defensa del Abierto de Estados Unidos que conquistó el año pasado.

En su encuentro contra Thompson, Alcaraz, aunque se llevó la primera manga, no estuvo fino en un primer set en el que tuvo 12 bolas de 'break' pero solo pudo definir dos de ellas.

Peor fueron las cosas en el segundo set cuando Thompson, número 55 del mundo, demostró que no iba a bajar los brazos y puso en aprietos a Alcaraz rompiéndole el saque y colocándose 2-4.

Parecía que el de El Palmar enderezaba el rumbo al firmar un 'break' cuando su rival sacaba para sellar el set (4-5), pero justo después Alcaraz concedió otra rotura y Thompson se anotó el set desde el resto (4-6).

Ya en la tercera manga, Alcaraz empezó con convicción rompiendo el servicio a su contrincante en el primer juego, fortaleció su saque y ya no dio espacio a más sorpresas hasta cerrar el partido con un nuevo 'break'.