Lucas Eguibar (Donostia, 1994) llegó a Sierra Nevada en la octava posición de la general de la Copa del Mundo de snowboard boardercross. Y se marchó de la estación de esquí de Granada como su flamante líder. Un oro y una plata conseguidas en las dos jornadas disputadas en la nieve del Sistema Penibético el pasado fin de semana le dieron los puntos suficientes para subir siete escalones de golpe y encaramarse a lo más alto de la clasificación. Esa que elige al dueño del siguiente Globo de Cristal. Sin embargo, al circuito de la Copa del Mundo todavía le quedan tres pruebas para su conclusión: una en Suiza, que se disputará entre hoy y mañana; y dos en Canadá, que tendrán lugar del 24 al 26 de marzo. Por lo que aunque ahora es, por méritos propios, uno de los principales favoritos al título, a Eguibar todavía le queda mucho trabajo que hacer para reeditar la gesta que ya consiguió en 2015.

Con todo, el snowboarder de Basque Team se permite disfrutar del momento: “Ser líder de la Copa del mundo suena muy bien. Es lo que veníamos buscando desde hacía tiempo. Vine a Sierra Nevada con esta intención y sabiendo que lo podía hacer, de verdad. Así que estoy contento de estar de nuevo aquí, delante”, dijo Eguibar tras cruzar la última línea del pasado domingo. Porque el guipuzcoano aterrizó en Granada tras una mala actuación en el Mundial de Bakuriani (Georgia), donde fue trigésimo tercero tras caer en dieciseisavos de final. Mucho antes de lo esperado, sobre todo después de que en 2021 se hiciera con el oro de los mundiales de Idre Fäjll (Suecia). Asimismo, el donostiarra llegaba a Sierra Nevada con un discreto bagaje en las cuatro pruebas anteriores de la Copa del Mundo: dos cuartos puestos, una eliminación en cuartos de final y otra en octavos. “No estoy donde me gustaría estar, pero sé que haciéndolo mejor puedo optar al Globo, así que estoy muy motivado”, explicó.

Y dicho y hecho. En Granada, Eguibar se puso las pilas, olvidó por momentos los problemas de espalda que le atenazaron la temporada pasada, y demostró su mejor snow. Así, en la primera jornada de Sierra Nevada se llevó la victoria, su quinta particular en una Copa del Mundo. Cruzó la meta por delante de los italianos Omar Visintin y Lorenzo Sommariva y ascendió hasta el cuarto puesto de la general.

Pero para el donostiarra no era suficiente, sobre todo en una pista tan fetiche como la de Granada. Ante su familia y amigos. Por ello, ajustó su tabla y el domingo finalizó segundo, solo por detrás del suizo Kalle Koblet, para situarse como líder de la general con 312 puntos, siete arriba del francés Loan Bozzolo (305). Por ello, ahora Eguibar se permite estar exultante: “El nivel de optimismo ahora es muy alto. Sé que puedo hacerlo. Sé que puedo mantenerme hasta el final ganando y las siguientes carreras sé que las puedo ganar también. Lo he demostrado y ahora vamos a por todas, así que estoy con muchas ganas de que lleguen las próximas pruebas”.

Territorio conquistado

No tendrá que esperar mucho Eguibar para volver a competir, puesto que su siguiente bajada será hoy en Veysonnaz. Uno de los escenarios que más alegrías le ha dado al de Basque Team. De hecho, de las cinco victorias que el guipuzcoano ha celebrado en la Copa del Mundo, tres de ellas fueron conseguidas en la estación suiza. Y precisamente fueron las tres primeras: 2015, 2016 y 2019. “En Veysonnaz creo que puedo hacer muy buenas bajadas. La estación de Canadá no la conocemos, será la primera vez ahí; pero en Veysonnaz creo que lo puedo hacer muy bien”, dijo Eguibar. Y es que será la primera vez que el circuito de la Copa del Mundo paré en la estación canadiense de Mont-Sainte-Anne, por lo que a pesar de ser una de las mayores zonas de esquí de Quebec, aún está por descubrir para el donostiarra