Dos escuelas conviven en los banquillos de la Liga Endesa y el duelo del próximo lunes entre el Real Betis y el Surne Bilbao BasketAl equipo sevillano llegó hace un mes Luis Casimiro, un clásico que acumula 704 partidos y 23 temporadas en la máxima categoría y que se abrió paso desde el baloncesto más modesto y ayudando a otros. El técnico manchego, de 61 años, debutó como primer entrenador en la ACB en la campaña 1997-98 y se proclamó campeón con el TDK Manresa en la mayor sorpresa de la historia de la competición. Cumple su segunda etapa en Sevilla y ha dirigido a diez equipos.

El Bilbao Basket representa la otra tendencia actual, la de los exjugadores que empuñan la pizarra apenas aparcada su carrera en pantalón corto. Álex Mumbrú, Javi Salgado y Javi Rodríguez llegaron a compartir equipo en el curso 2009-10 y su trayectoria como entrenadores apenas ha empezado. Los tres prolongaron mucho sus carreras y, sin ir más lejos, cuando en la misma temporada en la que Casimiro fue campeón el catalán y el gallego debutaron como jugadores en la máxima categoría y el bilbaino aún estaba en el Patronato.

Las dos fórmulas, la del entrenador forjado desde abajo y la del que cambia de ubicación en la cancha rápidamente, son igual de válidas en estos tiempos de globalización en los que todos los entrenadores, incluso los alejados de la élite, pueden ser escrutados por cualquiera que sepa editar un vídeo. Junto a Luis Casimiro, Pedro Martínez, Salva Maldonado, rescatado hace poco por el San Pablo Burgos, y Txus Vidorreta forman el cuarteto de técnicos en activo con más encuentros dirigidos en la Liga Endesa. Pero por detrás está Pablo Laso, otro modelo de jugador que durante muchos años mostró alma de entrenador y que está haciendo historia en el Real Madrid. Joan Peñarroya, que fue creciendo desde la LEB Plata, y Sarunas Jasikevicius, que dio el salto a los banquillos en el Zalgiris Kaunas, son los otros exjugadores de la Liga Endesa que ahora destacan en la labor técnica después de la salida de Zan Tabak de Burgos.

En favor de todos ellos está el haber sido cocineros antes que frailes y conocer las reacciones de un jugador y un vestuario de élite, lo que les permite ganarse el respeto ya que algunos han podido ser ídolos de sus ahora discípulos y así adelantarse a los acontecimientos y acelerar la búsqueda de soluciones. En esto también destacan los entrenadores de la vieja escuela, simplemente porque han visto de todo, han tratado con cientos de jugadores de muy diferente perfil y acumulan experiencia para detectar los problemas y muchos de ellos, un gran bagaje táctico para mejorar el rendimiento de sus equipos.

El Bilbao Basket apuesta ahora por la ampliación de un modelo que, como el otro, está sujeto a los resultados y que también sigue el Barça ya que los ayudantes de Jasikevicius fueron jugadores de élite en Lituania. Salva Camps (Manresa), Paco Vázquez (Andorra), Stéphane Dumas (Gran Canaria), Nacho Yáñez (Tenerife) y Salva Guardia (Fuenlabrada) son otros exjugadores de la Liga Endesa que se siguen formando al lado de entrenadores con mucho recorrido en la élite en busca de que quizás algún día les llegue la oportunidad. Es lo que ocurrió con Jaka Lakovic, que dirigió cuatro partidos al Bilbao Basket, o Lucas Victoriano, que son ahora entrenadores con opciones de dar el salto a un banquillo de élite.

En la Euroliga, al margen de Laso y Jasikevicius, también conviven técnicos con un pasado glorioso como jugadores y ya larga carrera con la pizarra (Sasa Djordjevic, Sasa Obradovic, Jure Zdovc y Velimir Perasovic) con entrenadores de toda la vida: Ettore Messina, Ergin Ataman o Xavi Pascual. Zeljko Obradovic aúna en una misma persona las dos corrientes: lleva tanto tiempo como entrenador y con tanto éxito que ya casi es imposible recordar que fue sacado a principios de los 90 de una concentración de la selección yugoslava para dirigir al Partizán.