Santurtzi llegó a Galicia en busca de una reacción. De cambiar una dinámica negativa que no paraba de costar puntos cada semana. La victoria era un deseo y, en parte, una necesidad. La medicina perfecta para recuperarse del golpe sufrido hace menos de siete días y ahuyentar todos los fantasmas generados. La Sotera. Las dos tripulaciones se exprimieron al máximo y eso se tradujo en una regata llena de espectáculo que terminaron ganando los santurtziarras por menos de un segundo. Fue una disputa en la que los corazones sufrieron. Lo hicieron por el esfuerzo titánico de los remeros y por la emoción vivida. La celebración al cruzar la meta de los bogadores de la Sotera fue el mejor ejemplo. Mezcla de cansancio y alegría tras ganar en un día marcado en rojo.No hubo lugar para más invitados. La regata de Ares fue un duelo mano a mano entre Santurtzi y Hondarribia. Las dos traineras se enzarzaron en una batalla de mucho nivel. Siempre en cabeza. Siempre a la par. Una vez lanzada la regata, la ventaja nunca superó el segundo, la mayoría de las veces con los hondarribitarras marcando ligeramente la proa. Las dos embarcaciones calcaron sus velocidades y el par de tostas conseguidas por la Ama Guadalupekoa parecieron una muralla imposible de traspasar. Pero los santurtziarras están acostumbrados a las gestas, a luchar en todo tipo de escenarios y se agarraron a la regata hasta la última palada. Esa fe les permitió aguantar primero y rematar en la txanpa final con un cambio de ritmo brutal que dio la vuelta a la regata en muy pocos metros.

A este nivel, ninguno de los botes de las tandas anteriores pudo discutir el dominio de Santurtzi y Hondarribia y en la misma tanda solo Zierbena fue capaz de aguantar hasta el primer largo. La Sotera marcó el ritmo en cabeza, los galipos fueron capaces de responder y Hondarribia se sobrepuso rápidamente de un dubitativo inicio. Mientras Donostiarra quedó rezagado a las primeras de cambio. Incapaz de aguantar el primer zarpazo de los líderes de la Eusko Label Liga.

Pero la regata de ayer solo permitió que hubiera dos protagonistas y Zierbena terminó pagando ese desgaste inicial. Los galipos se dejaron varios segundos tras la ciaboga y a partir de ahí no consiguieron encontrar otra vez ese ritmo que les permitiera reconectarse a la batalla por la bandera. Por si fuera poco, Donostiarra no cejó en su empeño. A su ritmo y afrontando la regata como una contrarreloj llegó a superar a los entrenados por Juan Zunzunegui y al final llegó en tercer lugar.

Por delante, Santurtzi y Hondarribia no se separaron en ningún momento. Los hondarribitarras cogieron una pequeña ventaja pero esta se mantuvo siempre por debajo de la frontera de los dos segundos. La Ama Guadalupekoa apretaba por romper la regata y la Sotera respondía igualando su ritmo. Cada detalle fue clave y cualquier error hubiera desequilibrado la balanza, pero ni los hondarribitarras ni los santurtziarras dieron la mínima concesión. A falta de 400 metros, las dos traineras estaban a la par. Las tripulaciones aumentaron sus paladas claramente, pero fueron incapaces de desmarcarse. La igualdad se mantuvo constante en una durísima batalla por conseguir la bandera y un punto de muchísima importancia. Santurtzi y Hondarribia exprimieron al máximo toda la energía que les quedaba y a menos de cien metros de la meta, la proa de la Sotera se desmarcó ligeramente. Lo justo para cruzar la meta en primer lugar y dar el golpe definitivo a sus rivales. La mejor de las respuestas para demostrar que Santurtzi es el líder de la Eusko Label Liga y arrebatarle ese liderato no será sencillo.

descenso de zarautz

Asimismo, los últimos puestos de la Eusko Label Liga quedaron definidos matemáticamente ayer. Zarautz confirmó su descenso a la ARC-1 tras no poder recortar ningún punto a Tirán, que acudirá al play-off. En esta batalla salió vencedor Lekittarra. Los entrenados por Osertz Alday ganaron la primera tanda y lograron los puntos necesarios para certificar su continuidad en la máxima categoría una temporada más.