Cuando un equipo se encuentra en situación de apreturas clasificatorias en la competición doméstica, caso del Bilbao Basket, las salidas continentales acostumbran a ser un engorro. Apetece poco poner la mente en otro evento cuando se es plenamente consciente de dónde están en juego las habichuelas. Sin embargo, también es cierto que cuando un grupo humano vive en una situación tan tambaleante como los hombres de negro, debilitados en cuerpo y mente por las constantes lesiones, dolidos en el alma por los problemas para ser competitivos y por la acumulación de derrotas y jugando atenazados por la presión, no queda más remedio que tratar de sacar provecho del más mínimo aliciente que aparece en el camino y en estos momentos la Basketball Champions League ofrece la posibilidad de mirar hacia arriba en lugar de hacerlo hacia abajo. El conjunto vizcaino visita esta noche (20.00 horas) al Brose Bamberg con el objetivo de volver a paladear el dulce sabor de la victoria, algo que nunca viene mal porque los éxitos están siendo escasos en el presente curso, y dar continuidad a sus opciones para avanzar a la siguiente fase. Con un triunfo en tierras alemanas, se jugaría el billete en la última jornada en la cancha del Pinar Karsiyaka sin tener que remontar el average. Si cae hoy, no quedará más remedio que mejorar el 72-81 firmado en Miribilla por los turcos (se cuenta con que hoy superen a la Fortitudo Bolonia, sin victorias ni opciones en este grupo).

De todas maneras, no afrontan el partido en su mejor momento los de Álex Mumbrú, que se han desplazado a Alemania sin su pareja de bases, Jonathan Rousselle y Ludde Hakanson, cuyas bajas por lesión se suman a las ya prolongadas de Ondrej Balvin, Quentin Serron y Tomeu Rigo. La noticia positiva es que Jaylon Brown, que tendrá que repartirse la posición de director de juego con Iñigo Betolaza, ha podido viajar después de que las pruebas a las que se ha sometido hayan descartado una lesión tras tener que retirarse en los compases finales del duelo del sábado ante el Valencia Basket. Como muestra de los constantes vaivenes que se están produciendo dentro del vestuario bilbaino, basta con comprobar que Álex Mumbrú solo podrá contar hoy con cinco de los once jugadores que saltaron a la cancha en el duelo de la primera vuelta, disputado hace solo dos meses y saldado con victoria de los de Johannes Roijakkers (71-77).

El Brose Bamberg, líder invicto y clasificado ya para la siguiente fase, pondrá candado a la primera posición del grupo si gana al Bilbao Basket. Sin embargo, tampoco atraviesa por su mejor momento tras haber perdido cuatro de los últimos cinco encuentros en la Bundesliga, el último en la cancha del colista Rasta Vechta. Los alemanes se reforzaron la pasada semana con el fichaje del pívot jamaicano Shevon Thompson, procedente del Urbas Fuenlabrada, que podría debutar en esta contienda. Su rotación no es muy larga tras la lesión de Tyler Larson, pero jugadores como Michele Vitali, Chase Fieler, Dominic Lockhart y el pívot David Kravish son suficientemente solventes, como demostraron ya en su victoria en el Bilbao Arena.